ABACIAL DE SAINT GILLES

A la entrada de la Camarga, en la localidad de Saint Gilles, se alza la iglesia abacial del mismo nombre, cuya magnífica fachada figura desde 1998 en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es una obra maestra del arte románico antiguo, medieval y oriental del siglo XII , con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, estatuas de los apóstoles, un fabuloso bestiario y un friso que relata la pasión de Cristo. Fue construida en el siglo XII en el emplazamiento de un monasterio del siglo VII dedicado a san Pedro, san Pablo y más tarde a san Gilles, un ermitaño local que distribuyó todos sus bienes entre los pobres, y cuyas reliquias se conservan en la iglesia abacial. Era el cuarto lugar de peregrinación más importante del mundo cristiano después de Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela. Su fachada era un auténtico libro de piedra para los fieles de la época, a menudo analfabetos. Las Guerras de Religión y los saqueos de la Revolución hicieron mella en el edificio. Sin embargo, ha conservado su fachada esculpida, su cripta monumental y su escalera de caracol (de forma helicoidal).
La cripta, auténtica iglesia baja, contiene la tumba de san Gilles. Es excepcional por sus dimensiones y por la calidad de sus bóvedas. Da acceso a los restos del claustro, que en su día estaba en el corazón de la antigua abadía. Detrás de la cabecera de la abacial, se accede al viejo coro y a la escalera de machones. Su estudio sigue siendo hoy una etapa esencial en el recorrido francés del aprendizaje de los Compagnons tailleurs de pierre (talladores de piedra).