LE JEAN-JAURES
Muy popular en el barrio, este bar de proximidad se activa tanto de día como de noche. En el descanso, la restauración meridional tiene sus habituales. Trabajadores de las oficinas, de laboratorios médicos, de la redacción del Mediodía Libre y otros bancos del bulevar, son muchos los que (re) vienen por las bruschettas, las ensaladas copiosas y familiares, las carnes asadas con verduras de temporada. Cuando hace buen tiempo, la terraza a la sombra de los micocouers toma el relevo. Desde los trabajos, ésta sufre menos del paso de los coches de alta velocidad a la arteria reducida de dos vías. Por la noche, especialmente los fines de semana, las invitaciones a celebrar en torno al mostrador son múltiples. Como a menudo en Nimes, a partir del jueves por la noche las hostilidades comienzan -en el sentido correcto del término- con un pico de la frecuentación increíble los sábados por la noche. El bar se convierte en un dancefloor house, techno, rock con contornos ineludibles. Por el precio de una cerveza se puede bailar hasta las de la madrugada.