OPTICA
Esta pequeña tienda de barrio tiene dificultades para competir con las propuestas cada vez más atractivas de las grandes enseñanzas nacionales. Sin embargo, sigue presente en el barrio de Ilot Littré y se ha desplegado hasta el centro comercial de las 7 Colinas en un punto de venta digno de los Afflou, Optic 2000 o Duroc. Su propietario, a quien le encanta llevar gafas originales, siempre está dispuesto a hacer lo imposible. Conoce su oficio y no es aconsejable. Aquí la noción de servicio posventa adquiere todo su valor y, aunque no se encuentren todos los últimos modelos de marcas internacionales, el abanico de tendencias expuestas parece suficiente. Con siempre la posibilidad de pedir la montura en el color de su elección si ésta ya no está disponible en el radio. Los que llevan gafas siempre les dirán la importancia del montaje personalizado de los vasos. Por lo tanto, considerando los precios practicados por la profesión, es tranquilizador saber que se dirige a un verdadero técnico y no sólo a un buen vendedor.