LA CASA BLANCA
En busca de un ambiente totalmente ibérico, la Casa Blanca es sin duda la dirección que no te falta. El ambiente, la decoración, los platos y el trato cálido te hacen viajar en tierra andaluza. En la esquina de la calle Fresque, la Casa Blanca utiliza toda la planta baja del edificio abovedado (antigua Truie que se alza, una antigua cantina nismoa). Se entra por el bar para descubrir una hilera de salas con paredes blancas, muy frescas en verano. En el patio, a los grupos les gusta encontrarse y practicar el alma de la feria todo el año. La cocina meridional se inspira en las preparaciones familiares andaluzas. Las tapas tienen carácter. La lista abundante canta España del suelo: chorizo iberico de Bellotta, espinacas con garbanzos, patatas aliñadas… Las copiosas parrilladas al fuego de madera sólo utilizan carnes de Aubrac o de Lozère. Falso filete de buey, chuletas de cordero, entrecruces de buena distancia con legendario puré casero, un estrado de patatas sabrosas coloridas de tomate provenzal. Productos ibéricos, cocina de la abuela andaluza, vinos de Languedoc, postres sin pretensiones. En la Casa Blanca hay su dinero. Un restaurante auténtico del Ecusson, con un ambiente joven, festivo y flamenca.
Bonne ambiance et des produits frais et cuisinés maison.