THYM DES CÉVENNES
Marie-Angèle Bigou creció en Cévennes. Una tierra que considera llena de paradojas: salvaje y benévola, austera y magnífica, pero sobre todo caritativa. Esta naturaleza generosa de castañas, arándanos, frutas silvestres, saúco, diente de león o tomillo ha inspirado a Marie-Angèle a seguir un camino profesional marcado por la cocina. Una empresa de catering en el mundo del entretenimiento, una table d'hôtes, libros -incluyendo Cuisinons les bons sens- y compromisos más personales al servicio de los demás -talleres de sensibilización, transformación de la cantina municipal de su pueblo- y, finalmente, una última actividad, sencilla y natural llamada Thyme sauvage des Cévennes. Hoz en una mano, podadora en la otra, Marie-Angèle golpea a las garrigas de Cévennes durante una quincena de mayo de cada año para recoger el tomillo en flor. Las plantas así cosechadas se transforman en jarabe, jalea, té de hierbas o simplemente se secan para ser espolvoreadas sobre la carne asada, por ejemplo. El cocinero también hace un jarabe y una jalea de jengibre -de Perú- y una jalea de cúrcuma -también comprada en Sudamérica. Por último, ofrece hojas de laurel silvestres secas, para tomar en infusión.