Guía de viaje Tigeaux

Hoy en día, encantador pueblecito del país creiense al borde del Morin, Tigeaux se convirtió, a iniciativa de Enrique IV, en la línea rotatoria del almacenamiento y de la expedición de la madera del bosque de Crécy hacia el río Marne y París. Su puerto, además de la carga de la madera en las barras o los trenes de madera flotada, servía también de lugar de embarque a mercancías como el lino, una de las principales actividades del pueblo. De estos siglos gloriosos, Tigeaux ha conseguido preservar el pozo de Saint-Leu, situado en la plaza del pueblo cerca del antiguo puerto completamente destruido, mencionado por el santo mismo en el siglo VII, que es objeto de una peregrinación anual, al igual que la iglesia de San Leu construida a principios del siglo XVI y restaurada en 1950, y dos fuentes de principios del siglo XX, la fuente de la Esperanza y la fuente del Parlamento, situadas en la calle del Gran Morin.