LA BRULERIE DE SANVIC
leer másAquí, el tiempo se detiene, sólo se tarda en respirar el olor del café que vuelve a encajar. Es una de las pocas quemaderías en las que se entra cada día. Se crean sus propias mezclas. Los cónyuges Chevallier están escuchando para ayudar a encontrar la mezcla adecuada para su gusto. Pero la gran particularidad de este establecimiento es que es el único en el Havre, y sin duda en la región, a la parrilla del auténtico café ecológico reconocido y certificado -incluso graduado de este estado. Aquí hay una cita con un único know-how, al servicio de una clientela de acostumbrados. El café se convierte en un diamante negro apreciado por su valor razonable. Un joyero de cafetero, decorado con el gusto.
BRULERIE DUCHOSSOY
leer másUn nuevo lugar este año para este galardón-torrefactor bien conocido de los Havrais y de los amantes de auténticos cafés. Los que lo prueban y rellenan, los que lo prueban como un gran credo - porque hay grandes crudos en el café. Desde 1950, la quemadería hace de alta gama a precios agradables. Cada año cobran entre 80 y 100 toneladas, es decir, si son conocedores del producto. Un producto agrícola que tiene sus buenos años. Pero aquí se sabe hacer la selección y, evidentemente, son los mejores que se les proponen. Es el olor que nos gusta.
LE CAFEIER
leer másUn café como el que se puede esperar con un nombre así, pero no sólo porque es un lugar donde el té tiene sus cartas de nobleza. Madura, menta, fresa, limón, caramelo… también hay muchos chocolates belgas -los mejores según nuestra amiga Paula, belga de su estado. - y galletas sabrosas. Se puede ampliar su colección de teteras y pequeñas cucharas de café o incluso de cafetera de pistón. En resumen, el lugar donde se puede comer cuando te pierdes los regalos de fin de año.
COMPTOIR COFFEA
leer másCafé aromatizado o natural, una hilera de tés variados, chocolates para disfrutar de otros momentos como Navidad y tazas para ir con él. Nos gusta la idea de los paquetes de regalo para las fiestas de fin de año o para darse cuenta cuando nadie lo haya pensado.