Restaurante tradicional con terraza de madera en Villars que ofrece pescado preparado con productos de calidad.
Piedras viejas y vigas viejas marcan el tono de este restaurante de estilo tradicional, junto a la estufa en invierno y la terraza de madera cubierta con lona en verano. El gato bailarín elegido como estandarte es adorable, al igual que la decoración. Puedes sentir que todo es casero. Tártaro de salmón, lechón confitado con salsa de caramelo de jengibre, ravioles de setas porcinas con salsa, lomo de bacalao con salsa de limón de jengibre, todo ello preparado con productos de calidad y cocinado con cuidado. La recepción es muy atenta. Hay una sala disponible para grupos en el primer piso. Es una agradable sorpresa encontrar un buen lugar, a precios muy bajos, lejos de las principales rutas turísticas.
Merci