LA CIUDADELA DE TERRA NOVA
Ciudadela, sede del Palacio de los Gobernadores, Catedral de Santa María Assunta e Iglesia de la Santa Cruz de Bastia
Descubrir la ciudadela de Bastia en lo alto de una colina merece la pena: lo mejor es subir desde el Puerto Viejo por la escalera Romieu y la bajada de la Gabella para llegar a la gran puerta reconstruida bajo Luis XVI, como revela una inscripción en su frontón. Pero no se preocupe: un ascensor más allá, a lo largo del muelle sur del Puerto Viejo, da acceso también a esta bastiglia, la bastilla que dio su nombre a la ciudad y que fue construida en 1380 por el gobernador genovés Leonello Lomellini. Llamada Terra Nova en contraste con el Puerto Viejo preexistente, la ciudadela albergaba las administraciones y familias gobernantes cuando Bastia era la capital genovesa de Córcega. Al norte de la ciudadela, la plaza del Donjon está rodeada por el Palacio de los Gobernadores, hoy sede del Museo de Bastia, y restaurantes que ofrecen magníficas vistas del Puerto Viejo y del azul profundo del mar. No dude en perderse por las callejuelas adyacentes, donde el tiempo parece haberse detenido. Al sur se encuentra la imponente catedral de Santa Maria Assunta y la magnífica capilla contigua de Santa Croce. En verano, puede tomar una escalera subterránea hasta el polvorín para darse un baño. Tenga en cuenta que las murallas estuvieron a punto de desaparecer: en 1869, algunos habitantes de la ciudadela decidieron que ya no servía para protegerse e hicieron circular una petición para que se derribaran las fortificaciones y así estar menos aislados del resto de la ciudad. Afortunadamente, su petición no prosperó y la ciudadela se salvó
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