Un poco de aire de España sopla a través de Lou Bombareau gracias a la santa patrona del lugar, Anita, una mujer andaluza que vive en Périgord desde que era niña. Ella está en la cocina y Estelle en el servicio. La cocina es casera, con productos locales y de mercado. Nos gusta la pizarra de Périgord, compuesta por una ensalada de mollejas, mangas de pato con salsa de ceps y patatas fritas caseras, todo ello acompañado de un postre del día. A la carta: ensaladas, tortillas, pero también mejillones al curry, azules.... La cacerola de huevo es un plato incondicional. En la carta, siempre se puede elegir entre carne a la brasa, pescado con salsa española y sus verduras del momento y una comida preparada. La pequeña sala de restaurante con sus piedras expuestas y tonos claros es muy agradable, pero en verano también se puede disfrutar de la terraza con vistas a la plaza de la iglesia. Para la fiesta de Santa Catalina, venimos de lejos a probar el pollo en la olla servido con una salsa de hongos.