Una notable catedral gótica, la última construida en el XX, es una visita obligada en Lille.
Este edificio combina inspiraciones neogóticas y modernas. Y con razón: su construcción duró... ¡desde 1854 hasta 1999! Notre-Dame-de-la-Treille, entonces basílica, no fue designada catedral hasta 1914 por el Papa Pío X. Revestida provisionalmente de ladrillo en 1947, la fachada adoptó su aspecto definitivo en los años 90 gracias al estilo de Pierre-Louis Carlier y Peter Rice. La sorprendente fachada de la Treille sigue siendo una de las visitas obligadas de la ciudad. Cuando hace buen tiempo, la plaza es un lugar muy frecuentado por los habitantes de Lille para hacer una pausa en la escalinata o disfrutar de una copa en la terraza.
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