La influencia de la religión en la sociedad

el 97% de la población italiana está bautizada, y el 90% se identifica como católica. En el norte del país, e incluso en Roma, el arraigo de la religión no es tan fuerte como en el sur, como en Nápoles y Sicilia, donde las creencias se ven reforzadas por una superstición heredada de la Antigüedad. Sin embargo, las creencias de los italianos influyen en la sociedad actual. El matrimonio para todos, por ejemplo, sigue estando prohibido, a pesar de que Italia legisló a favor de la unión civil en 2016. Y el aborto solo está permitido desde 1978.

Los orígenes del cristianismo

Entre finales del siglo I y principios del II d.C., Mediolanum (Milán) se convirtió al cristianismo. En 313, fue elegida por el emperador Constantino para la promulgación del Edicto de Milán, que proclamaba la libertad de culto cristiano, lo que condujo a la cristianización del Imperio Romano. Le siguieron el Edicto de Teodosio en 380, que impuso el cristianismo como religión del Estado, y el Edicto de 391, que prohibió el culto pagano. Verona, antaño pagana, se convirtió gradualmente. Se retiraron las antiguas estatuas y aparecieron lugares de culto. La ortodoxia cristiana se impuso entonces en Verona, gracias al obispo Zenón de Verona.

Los siglos X y XI vieron la supremacía de varias órdenes religiosas, como los benedictinos y los cistercienses, que construyeron abadías y rehabilitaron el campo, contribuyendo así al desarrollo de la actividad agrícola de la zona, que sigue siendo hoy una de las más importantes del país.

Desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX

En Italia, las facultades de teología desaparecieron en la década de 1870. La situación del aprendizaje en aquella época era insólita. Los seminarios estaban totalmente controlados por la Iglesia y habían sustituido a las universidades en la formación del clero. Poco a poco se fue abriendo una brecha entre la Iglesia y el Estado.

A principios del siglo XX, el estudio crítico de la religión cobró interés gracias al modernismo. Para Luigi Salvatorelli, "fue gracias al modernismo que los estudios histórico-religiosos entraron en la cultura italiana" La historia de la religión en Italia fue, por tanto, un estudio tardío -en comparación con otros países europeos- y comenzó realmente en la década de 1920.

Milán y el rito ambrosiano

Milán conserva un rito católico ligeramente diferente. El canto gregoriano rara vez se escucha aquí. En su lugar, se canta el canto ambrosiano. Fue creado por San Ambrosio, obispo de Milán de 374 a 397. Se cuenta que "perseguido por la emperatriz Justina, el obispo se encerró con sus seguidores en la iglesia de Milán y, para mantener a la gente ocupada, les hizo cantar himnos y salmos a la manera oriental".