Los más bellos edificios religiosos Cataluña

La iglesia Santa María es un templo gótico terminado en el siglo XV, aunque conserva algunos elementos de origen romanos. Destacan las grandes vidrieras concebidas por Colí de Maraia en 1413 y el campanario situado entre la iglesia y la Casa de la Paeria (ayuntamiento). De plano octogonal, hay seis campanas que tienen la particularidad de ser timadas manualmente. El altar de la iglesia está presidido por la Virgen del Coll de las Sabinas, jefa de la ciudad. Se trata de una escultura romana del siglo XIII tallada en la madera, que representa a la Virgen con el niño Jesús en sus rodillas.

La construcción del convento comienza en 1507 con el orden de Ramón Folc de Cardona-Anglesola, señor de Bellpuig y Virrey de Sicilia y Nápoles. Influenciado por las costumbres de la nobleza napolitana, deseaba instalar su tumba como signo de poder. A medida que avanza la construcción, la estructura gótica del conjunto deja paso a elementos renacentistas. La tumba, verdadera joya del convento, finalmente se desplazará en la iglesia parroquial para protegerlo de los ataques durante la Guerra de Independencia. El convento conserva dos magníficos monumentos del siglo XVII.

La iglesia Sant Nicolau, construida en el siglo XVI, es una construcción de estilo gótico tardío, a la que se accede por una bonita escalera barroca de finales del siglo XVIII. En el lado izquierdo de la iglesia se encuentra la célebre tumba de Ramon Folc de Cardona-Anglesola, una magnífica construcción de mármol de Carrara realizada por el escultor italiano Giovanni Merliano da Nola entre 1522 y 1525. Se considera una de las obras maestras de la escultura catalana del siglo XVI.

Esta pequeña capilla estaba dedicada en su origen a la Virgen de los Neiges. Construida en la época musulmana en lo que era el barrio cristiano, en la esquina de Carrer Major y Carrer Cavallers, hoy está dedicado al culto de Santiago (Sant Jaume en catalán), por lo que está frecuentada por numerosos peregrinos en su camino hacia Compostelle.

La "nueva" catedral, construida en el siglo XVIII, es un edificio de estilo barroco, con cierta tendencia al clasicismo francés. El templo alberga una representación de la Virgen de Montserrat, santa patrona de Cataluña, una obra firmada por Josep Obiols.

Esta iglesia de estilo barroco, construida en los siglos XVII y XVIII, formaba parte de un convento de jesuitas. En 1936, durante la guerra civil, un incendio destruyó el interior de la iglesia. Sólo se salvó la fachada de Carrer del Carme. El uso de la cerámica como elemento decorativo de las cúpulas es frecuente en Cataluña.