IGLESIA DE SANTA MARIA DE PORQUERES
Una iglesia situada en una pequeña colina en la orilla oriental del lago, clasificada como monumento de interés nacional desde junio de 1931
Situado en una pequeña colina, en la orilla oriental del lago, Santa María de Porqueres se construyó en este lugar preciso para prevenir las inundaciones. Clasificado como monumento de interés nacional desde junio de 1931, los primeros documentos relativos a la iglesia se remontan al año 906, pero sólo el 5 de abril de 1182 se dedicó su versión actual. Los últimos trabajos tuvieron lugar a finales de los años 1950, cuando el antiguo campanario cuadrado fue sustituido y la primera bóveda restaurada. A diferencia de la mayoría de las iglesias románicas, ésta ostenta un portal principal bastante sobrio, pero con numerosos elementos decorativos: un degradado de cuatro arcos muy trabajados, uno de ellos con 22 medallones con motivos animales y vegetales, 4 carteles esculpidos y una pesada puerta de entrada de roble, decorada con cerraduras forjadas romanas. La nave, con su bóveda de cañón en las paredes lisas que terminan con una cornisa simple, mide 19,30 m de largo por 7 m de ancho, y 8,5 m hasta el abdoma de los absidillos encastrados, tallada en fuertes rocas. El majestuoso arco de triunfo y sus dos poderosas columnas delimitan el espacio de la nave y la rectoría, la zona más sagrada de la iglesia. Los adornos muestran la historia de la creación: un Jesucristo en una actitud de bendición rodeado de apóstoles, escenas de los jardines del Eden, y ángeles adinerados con un Pantocrator (Dios todopoderoso). En la rectoría se instala una cruz de procesión del siglo XVI, así como una estatua de la Mare de Déu, la patrona de la parroquia, que data de la misma época. Por último, en el exterior se encuentra el "Comunidor" (o reliquia) con una estructura de madera coronada por una cruz de hierro de origen medieval, y el bonito cementerio de la iglesia.