De las vistas turísticas a las superproducciones americanas
Aunque la industria cinematográfica de Jamaica nunca ha prosperado, la isla ha sido objeto de interés para los cineastas desde los primeros tiempos del cine. En la década de 1900 se filmaron numerosas vistas para su difusión en Europa y Estados Unidos, lo que contribuyó a la reputación de Jamaica como destino de vacaciones. La belleza de los paisajes y el exotismo de las ciudades coloniales atraen todas las miradas. Si le apetece, puede echar un vistazo a algunos de estos lugares de interés en Internet antes de partir.
El primer gran largometraje rodado en Jamaica fue probablemente Daughter of the Gods (La hija de los dioses), una película estadounidense de 1916, hoy desaparecida, con un asombroso presupuesto de un millón de dólares, hoy 26 millones. Fue una de las mayores producciones de su época. La película es famosa por la escena del desnudo rodada bajo una cascada por la actriz y nadadora profesional Annette Kellerman. La mayor parte de la película se rodó en un plató construido en Kingston, con más de 20.000 personas empleadas en el set jamaicano.
En las décadas siguientes, Hollywood siguió utilizando y promocionando los decorados y paisajes de la isla. En 20.000 leguas de viaje submarino, la adaptación de los estudios Disney de la obra maestra de Julio Verne, vemos las cuevas de Xtabi, cerca de Negril, cavernas marinas a las que ahora da un hotel de lujo. Para los cinéfilos que prefieran permanecer secos, diríjanse a Ochos Ríos, donde en 1988 se rodó Cocktail, una de las primeras películas de Tom Cruise. El apuesto actor sirvió numerosas copas en el bar Dragon Bay Beach, en el hotel Sandals Royal Plantation, antes de perderse en las cataratas Dunn con su novia (Elisabeth Shue). El actor volvería a la isla varias veces, la última en 2010 para Night and Day, protagonizada por Cameron Diaz. Esta vez, es en Port Antonio donde se encuentran los lugares de rodaje de la película, concretamente en Frenchman's Cove Beach. Desde 2017, un operador turístico organiza periódicamente visitas guiadas a la isla centradas en la película. La película Bob Marley: One Love, un biopic bastante exitoso sobre la estrella del reggae estrenado en 2024, es la última superproducción estadounidense sobre Jamaica.
De un Bond a otro
En 1962, el mundo descubrió la saga 007 en el cine con James Bond contra el Dr. No, el primer episodio y la primera aparición de Sean Connery en el papel del agente secreto. De las tres películas de la serie rodadas en la isla, es Dr No la que más destaca la isla, empezando por la llegada de Bond al aeropuerto de Palisadoes, ahora Norman Manley Airport. Después, en Kingston y sus alrededores, Bond descubre las alegrías de la vida isleña, al igual que su creador Ian Fleming. Escribió la gran mayoría de sus novelas en la isla, en su villa GoldenEye. Esta paradisíaca propiedad se ha convertido en un hotel, donde incluso puede alojarse con su familia o amigos. Si no tiene tiempo -o presupuesto-, diríjase a la playa de Laughing Waters para recrear la escena más famosa de la película, cuando James conoce a Honey Rider (Ursula Andress, la primera chica Bond de la serie), saliendo del agua tras una exitosa excursión de pesca de conchas.
Sesenta años más tarde, en la piel de Daniel Craig, Bond volverá a hacer escala en Jamaica en Morir puede esperar, en 2021, tras al menos otros dos episodios rodados en la isla entre Kingston, Oracabessa y Ochos Ríos. Tómese su tiempo para hacer una parada en el hotel Couples sans souci, y pida la habitación D20. Aquí es donde Bond -en la piel de Roger Moore- pasa la noche en Vive y deja morir, antes de dirigirse a las cuevas de Green grotto y al Rose Hall Greathouse, dos lugares que no debe perderse durante su estancia. Para encontrar los lugares de rodaje de Morir puede esperar, tendrá que dirigirse a Port Antonio, cuyos muelles y playas se utilizaron para varias secuencias de esta última obra.
¿Y qué pasa con el cine jamaicano?
En comparación con el número de películas que ha acogido la isla, las producciones jamaicanas se pueden contar con los dedos de una mano, al igual que las protagonizadas por sus habitantes. La más conocida hasta la fecha es sin duda Rasta Rockett. Esta película de culto de los años 90 cuenta la increíble historia de los cuatro atletas jamaicanos que participaron en las carreras de bobsleigh de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988 en Calgary. La historia es tan divertida como inspiradora. Pero la primera película dirigida por un jamaicano es sin duda Tout tout de suite , un thriller policíaco de Perry Henzell, estrenado en 1972. Mucho más oscura que Rasta Rockett, narra las aventuras y desventuras de un joven jamaicano que aspira a ser un cantante de éxito, pero acaba enredado con traficantes de drogas y productores deshonestos. Con Jimmy Cliff en el papel del futuro cantante, la película causó una impresión duradera. A partir de entonces, el cine jamaicano estaría salpicado de historias de gángsters, corrupción y narcotráfico, reflejo de las realidades y las difíciles vidas de los jóvenes de la isla. Third World Cop (1999), Shottas (2002) y Better Mus Come (2010) figuran entre las películas jamaicanas más conocidas.
En cuanto a los cines, la isla vivió un periodo de auge en la década de 1950, con más de once complejos en funcionamiento, autocines y, gracias al clima, un gran número de cines al aire libre. La historia del cine jamaicano está estrechamente ligada a Audley Morais, fundador de la Palace Amusement Co en 1921. Tras una feroz competencia a mediados del siglo XX con la Tropical Cinema Company, en la actualidad es la única empresa que explota salas de cine en Jamaica. De ellos, el cine Carib de Kingston es el más antiguo que sigue en funcionamiento, pues lleva abierto desde 1938. El Palace Cineplex y el Ward Theatre, el teatro más antiguo de la isla y monumento nacional, completan la oferta cinematográfica de la ciudad, mientras que Montego Bay alberga el Palace Multiplex, que le recibirá para disfrutar de todos los últimos estrenos durante su estancia. Y no se pierda las proyecciones al aire libre durante la temporada alta.