Las mejores panaderías Italia

En su panadería del centro de Burano, una pequeña tienda anticuada y deliciosamente vintage, Giorgio Garbo conoce desde hace años el secreto de la elaboración de los mejores bussolà o buranelli de la laguna (que se venden individualmente o en una pequeña y práctica bolsa para regalar). La fragancia de estas deliciosas galletitas, en forma de S o de anillo, se percibe desde el final de la calle. Todas las tartas y pasteles se hacen a la antigua usanza. También nos encantan los merengues, las tartas de almendra y los strudels de manzana. Encantadora bienvenida.

Focaccias tradicionales, pizzas, pasteles salados, pero también galletas amaretti y otros productos de pastelería local. Este pequeño equipo no le decepcionará.

¡Una panadería de ensueño! Este es el lugar idealpara darse un capricho y saborear una cremosa focaccia bañada en aceite de oliva, justo en el paseo marítimo de Monterosso. Son sus focaccias en particular las que han hecho su reputación, tan divinas son... También sirven pizzas por la noche. Puede llevar su picnic y sentarse a unos metros, frente al mar, o simplemente aprovechar las mesitas que ponen a su disposición. En resumen, no es una panadería cualquiera...

Esta acogedora panadería cercana al puerto ofrece una amplia gama de delicias dulces y saladas para llevar, empezando por la focaccia secca, pero también pasteles gourmet, desde pandolce alla Genovese hasta camogliesi al rhum. Esta especialidad de Camogli se asemeja a un gran canto rodado de chocolate, espolvoreado con azúcar glas y relleno de una crema a base de ron. Para un almuerzo rápido en la playa o durante un paseo, pruebe la focaccia cremosa, al natural, con queso o cebolla, finas porciones de pizza, sabrosas tartas de verduras y muchas otras delicias.

L'Antico Forno ai Serpenti es una pizzería situada en el barrio Monti de Roma. Es uno de los locales históricos de la zona y ofrece una gran variedad de delicias, desde pan y galletas hasta pizzas y postres. El restaurante sirve focaccia y pizzas, así como una buena crostate alle visciole, una tarta de cerezas. Ideal para comer algo rápido en el barrio de Monti También se puede desayunar aquí (los cornetti y los donuts son deliciosos), o tomar un aperitivo al final del día.

La historia de la comunidad judía de Venecia también ha dejado su huella en el sector de la restauración y, por supuesto, en las panaderías. Los panes sin levadura y los pasteles kosher (sin leche ni mantequilla) son manjares que los venecianos suelen disfrutar. Se dice que la panadería Volpe, abierta desde los años 50, es la favorita del rabino veneciano. Sus galletas secas, como la bisse, la impade(con mazapán) o los zuccherini, son exquisitas. En el lado salado, son deliciosas unas porciones de pizza gruesa, focaccia de aceitunas y otros panes sin levadura.

A dos pasos del Teatro Carlo Felice, uno de los mejores focacci genoveses, en el centro, donde escasean las buenas panaderías. Le recomendamos que empiece por la focaccia clásica, para hacerse una idea. Amplia selección de bocadillos dulces y salados. Muy buena bollería. El lugar ideal para un desayuno o un almuerzo rápido, sentado alrededor de la plaza de Ferrari viendo brillar la fuente, antes de dirigirse a la calle Garibaldi y sus numerosos palacios.

Una panadería gourmet famosa por servir la mejor focaccia de Génova. La zona es tranquila, poco turística, cerca del Museo Sant'Agostino, y son sobre todo los residentes locales los que vienen aquí a por su "pan de cada día". Los escaparates hacen la boca agua: las tablas de focaccia son tan cremosas como se pueda desear, recién salidas del horno, y su fragancia llega hasta el final de la calle. La especialidad de la casa es la focaccia alla genovese con pesto, patatas y judías verdes. Hay unos cuantos taburetes disponibles para degustar in situ.

Esta panadería del centro de Turín ofrece pan 100% natural, sin levadura de cerveza, aceite de palma, conservantes, azúcar ni muchos otros ingredientes que suelen utilizarse en la elaboración del pan. Panacea forma parte de la Filiera della Farina di Stupinigi, una cooperativa social que produce harina de forma natural no lejos de Turín, y luego elabora el pan con levadura natural (conocida aquí como pasta madre). El personal estará encantado de explicarle el proceso.

Situada en un discreto patio, la panadería de Ivo De Pellegrin sólo abre dos veces por semana. Ivo se dedica a devolver el pan a sus fundamentos: harina orgánica de alta calidad, agua pura, masa madre casera y sal siciliana recolectada a mano. Es buena idea hacer el pedido por Internet antes de pasar a recogerlos en horario de apertura. También tendrá la oportunidad de ver el laboratorio de elaboración del pan a través del escaparate y conocer a Ivo en persona. Para los amantes del buen pan en Merano, ésta es una dirección imprescindible.

Una amplia variedad de panes sin conservantes y mucha bollería y pastelería (cruasans, strudel de manzana o de nueces, rebanadas de tarta) para el desayuno o la merienda. El establecimiento también dispone de un pequeño restaurante donde ofrecen ensaladas, sándwiches y algunos platos calientes. Hay una agradable sala en la primera planta, con decoración de época y cómodos sillones si le apetece un momento de tranquilidad. También tienen una bonita terraza directamente en la plaza principal de Appiano, para disfrutarla en los días soleados.

En Corso di Porta Romana hay un pequeño panificio con un tentador escaparate donde encontrará focaccia y pizza, así como galletas para saciar el hambre durante su visita al barrio. Pruebe el pan meino: esta sabrosa galleta aromatizada con flor de saúco es una especialidad milanesa que se consume sobre todo en abril. En noviembre, pruebe el pan dei morti, con frutos secos, ¡excelente! Cuidado con la factura: los productos son de gran calidad, pero los precios son un poco elevados.

La familia Ficini regenta esta panadería desde 1976, y es uno de los lugares favoritos de los gourmets turineses. Y es fácil entender por qué cuando ves las delicias que salen de los hornos Es el lugar perfecto para hacer un picnic y dirigirse al cercano Parque Valentino para disfrutar de la vegetación y el sol mientras observa a las ardillas retozar. Un consejo: pruebe los grissini de verdad, sobre todo los de centeno, pero le advertimos que después no podrá aceptar las versiones industriales