Los mejores restaurantes de cocina fusión e internacional Eslovenia

Situada junto al río Ljubljanica, esta hamburguesería ha hecho una gran entrada en la ciudad La fórmula es desarmantemente sencilla: especialidades americanas -principalmente hamburguesas y costillas- excelentemente preparadas en una cocina abierta detrás de la bonita barra, una decoración industrial sencilla y pulcra, y un cálido ambiente de pub. Este simpático chef trabajó en el sur de Estados Unidos antes de abrir su propio negocio en la ciudad. La carne es sencillamente deliciosa y la selección de cervezas artesanales seguro que le gustará.

Desde la vigésima planta del Hotel InterContinental, inaugurado en 2017, las vistas de Liubliana son impresionantes (hablamos incluso del restaurante más alto de la ciudad). En el Restaurante B, los platos no son menos sorprendentes. Elaborada por el chef local Komnen Bakić, la nueva carta pretende ser internacional con las múltiples influencias de Eslovenia. En la zona del bar, se puede degustar uno de los cócteles de autor (con miel) al atardecer o disfrutar de un DJ set en un ambiente relajado (de abril a noviembre).

Más o menos una cantina tailandesa con grandes mesas que suelen ocupar los estudiantes de Liubliana. De hecho, es uno de los mejores lugares para comer en Liubliana, ya que el kosilo que se ofrece aquí es muy atractivo en cuanto a la relación calidad/precio. Todos los días hay una selección de woks, currys y otras especialidades asiáticas, así como entrantes y postres a precios mucho más bajos que por la noche. Lo más difícil es conseguir un asiento para probar sus deliciosas gyozas y rollitos de primavera de verduras. Hay una amplia oferta para los vegetarianos.

El concepto: diferentes tipos de cocina asiática moderna que ofrecen dim-sum, sushi, bollos rellenos al vapor, bibimbap coreano o fideos salteados. La espera es bastante larga, sobre todo para el sushi, el maki y otras delicias japonesas, que se preparan al momento. Pero la calidad está ahí por un precio razonable. El local es bastante pequeño, pero se puede llevar y, por qué no, sentarse en la tranquilidad del parque Tivoli. Para los amantes del té, también ofrecen Bubble Tea y una amplia gama de tés en general.

Uno de los lugares más de moda de la capital. Aquí, todo gira en torno a la creatividad del chef y sus caprichos. Un puñado de entrantes, platos principales y postres en el menú, todos con el mismo rasgo distintivo: un toque de energía gracias a sabores inspirados en otros continentes. Se trata de una auténtica experiencia culinaria, y será muy difícil elegir. También hay un menú que revoluciona el brunch tradicional con la shakshuka o el gofre con efiloché de pato, mostaza y miel. ¡Prepárese para una elección difícil!

El eslogan del lugar es "Comida. El amor. Y tú". Ahí, el tono está fijado. Un joven restaurante de la ciudad que abrió sus puertas en 2016 y que confirma nuestras buenas primeras impresiones. El Fudo seduce por su ambiente retro y su refinada decoración, pero también por la carta que se renueva cada semana, elaborada enteramente con productos frescos y, en la medida de lo posible, locales. Todos los platos, desde el entrante hasta el postre, son pequeñas maravillas de la inventiva que agradan tanto al paladar como a los ojos. Una cálida bienvenida y tarifas muy razonables.

Un restaurante gourmet situado dentro del sublime Hotel Kempinski, cuya fachada puede rivalizar con la de los más bellos hoteles del mundo. La decoración es muy rococó en el interior del comedor, que probablemente no le dejará indiferente. Los productos locales ocupan un lugar destacado, tanto de la tierra como del mar. Los platos parecen girar en torno a la búsqueda de una oscilación permanente y cuidadosamente pensada entre el clasicismo esencial de los sabores tradicionales y la originalidad creativa de las combinaciones de sabores. 

Dentro de la Villa Bianca, un pequeño y elegante bistró con terraza cumple una doble función: sirve desayunos hasta las 11.30 h, con una excelente selección a la carta para satisfacer paladares dulces y salados, así como elaborados tentempiés para compartir. La buena noticia es que los precios son bajos y razonables, por lo que se pueden pedir varios platos para picar mientras se toma una copa, multiplicando los sabores y alargando el momento de convivencia. El servicio es esmerado y atento, en un ambiente cálido y elegante.

Reconocido como Chef del Año por la famosa guía Gault&Millau en 2022, el chef Marko Pavčnik lleva su genio culinario a un escenario único: el castillo medieval ^{del siglo XI} de Laško. El panorama rivaliza con los platos elegantes y creativos de este chef, que se inspira en la naturaleza para sorprender con hierbas aromáticas poco conocidas, la reelaboración de platos de caza y toques asiáticos. El menú respeta los productos de temporada y puede adaptarse a los vegetarianos. Más que una comida, es una experiencia cultural única.