Textiles y trajes tradicionales

En Bután, la artesanía que se fabrica desde hace siglos para ser vendida localmente atestigua un alto nivel de pericia, lo que justifica los precios relativamente elevados tanto de los objetos como de los tejidos. No obstante, hay que tener cuidado con la procedencia de algunos objetos: para satisfacer la creciente demanda, cada vez son más los souvenirs vendidos en Bután que se fabrican en India o Nepal

El textil, principal arte del reino himalayo, es prerrogativa de las mujeres, cuya destreza goza de reconocimiento internacional: desde hace generaciones, se dedican a teñir, tejer, coser y bordar. Algodón, lana, pelo de yak y fibra de ortiga se trabajan pacientemente en telares rudimentarios. Bufandas, estolas y pashminas son sin duda imprescindibles en la maleta. ¿Le apetece regalarse un traje tradicional butanés? En Thimphu, muchas tiendas, como Sephub Gyeltsen Tsongkhang, una de las especialistas en este campo, venden gho (para hombres) de lana y algodón o kira (el traje tradicional de las mujeres). Hay que pagar al menos 850 nones (12 euros) por una kira y hasta 6.000 nones (75 euros) por un gho tejido a mano. Un consejo: pídale a alguien que le enseñe a ponerse un gho o una kira, ¡le echará una mano!

Máscaras y tallas de madera

Con sus colores brillantes y formas místicas, las máscaras de madera tallada que llevan los bailarines durante el tschechu para simbolizar deidades o animales son uno de los objetos más típicos de Bután. Las máscaras que se venden en las tiendas de recuerdos son las mismas que utilizan los bailarines. Disponibles a tamaño natural o en versiones más pequeñas, suelen estar hechas de pino y abedul trabajados tradicionalmente en tornos accionados con el pie. Lo mismo ocurre con los phop (cuencos lacados) y los gofur y dapa (recipientes tallados), que se utilizan para guardar la comida durante las ofrendas. Se pueden encontrar en la mayoría de las tiendas de recuerdos. Otro artículo popular entre los turistas es el falo. Las tiendas de artesanía los venden de todos los tamaños, normalmente de madera. Para los butaneses, el sexo masculino es símbolo de fertilidad y protección contra el mal de ojo. Así que es un buen augurio traerse uno

Joyería y platería

Imponentes brazaletes de plata engastados con coral o turquesa, collares de perlas, collares de zi (ágatas estriadas) o grandes granos de coral, pendientes adornados con turquesa... La joyería butanesa se realiza sobre todo en plata, con la técnica del metal repoussé. También hay bonitos cuencos engastados en plata, utilizados para contener alcohol, té o mantequilla.

La thangka

En Bután, los thangka son el principal medio de expresión de la pintura sagrada, que se utiliza durante la meditación como medio de visualización. Se necesitan años de práctica para crear una thangka, y los cánones iconográficos son muy precisos. La clave para apreciar la calidad de un thangka reside en cuatro detalles: la iconografía, la delicadeza de los detalles en plata y oro, las expresiones faciales y la estética general. Los thangkas se pintan sobre lienzos previamente recubiertos de cola y cal y tensados sobre bastidores de madera. Una vez preparado y lijado el lienzo, el artista dibuja un patrón de formas geométricas para utilizarlo como referencia. La mezcla de pigmentos naturales, agua y cola da transparencia y profundidad a los colores aplicados. La mayoría de las tiendas, incluida la de Artesanía Estatal de Thimphu, venden bonitas thangka hechas por auténticos artistas butaneses. Los aficionados a la caligrafía pueden comprar papel de alta calidad hecho a mano con corteza de Daphne, así como novelas y libros sobre Bután escritos en inglés, disponibles en las tiendas de recuerdos de Thimphu y Paro.

Y también..

Incienso, tés, especias, tisanas Tsheringma perfumadas con cártamo y grosella, aceites y sprays de citronela, objetos de ratán y bambú (cestas altas, esteras, cestos, sombreros y recipientes), sin olvidar el famoso cordyceps, un hongo originario de las altas mesetas del Himalaya. Apodado "oro marrón", es famoso por sus propiedades vigorizantes y se utiliza desde hace siglos en la medicina tradicional china. En las tiendas de recuerdos de Paro y Thimphu se puede encontrar cordyceps en polvo, en frascos o mezclado con té.