Deportes acuáticos y actividades de ocio Turquía

Desde 1999, el equipo de instructores profesionales del Erman Dive Center ofrece todo tipo de cursos adaptados a cada nivel, así como diferentes experiencias de buceo: inmersiones desde la playa, en lancha rápida, de noche, servicios de día completo o de medio día... El establecimiento ofrece diferentes opciones: cursos, primeras inmersiones, alquiler de equipos, etc. a precios razonables para la región. El club de buceo también está presente en el puerto deportivo de Bodrum. Le recibirán con mucha amabilidad.

Alaçatı es un paraíso para los windsurfistas y no defrauda con sus cursos de windsurf, un deporte muy practicado aquí, ni con el alquiler de materiales. Myga Surf City es uno de esos clubes donde se puede aprender y practicar esta disciplina, así como alquilar o comprar todo lo necesario para practicar windsurf, o sörf en turco. También puede aprender a hacer kitesurf o paddle surf. Disponen de varios cursos para niños y adultos en un entorno de ensueño. Un equipo muy profesional y amable.

Esta playa se encuentra a 5 km y llegan numerosos dolmuş. Cuenta con cuatro entradas (con escaleras) y chiringuitos y tiene 3 km de longitud. Las aguas termales de los manantiales de los alrededores desembocan en el mar. Sus propiedades calmantes son famosas por aliviar el reumatismo y los trastornos ginecológicos. Esta playa de arena es ideal para los niños pequeños, ya que es poco profunda. Sin embargo, el camino paralelo de la parte de atrás se llena de gente en verano.

Vaya a las termas de Sifne (de pago) para untarse de barro, secarse al sol, enjuagarse y salir con la piel suave.

El verano en Estambul puede ser muy caluroso a veces, así que ir a la piscina es una buena idea para refrescarse y pasárselo bien. La mayoría de las piscinas que se encuentran en Estambul pertenecen a hoteles, pero permanecen abiertas al público. La piscina del hotel The Marmara mide 25 metros y es ideal por su ubicación en el centro de la ciudad, además de ofrecer unas magníficas vistas. Aunque el precio de entrada es un tanto alto, se justifica por la calidad del servicio.

Ubicado en un palacio otomano del siglo XIX, se trata de un hotel que ofrece su magnífica piscina con vistas al mar. Nadar aquí es como hacer unas brazadas en el mismo Bósforo. La piscina mide 33 metros de largo y 1,20 metros de profundidad. Venga a refrescarse durante los calurosos meses de verano y disfrute del agradable jardín. La entrada también le da acceso a la piscina cubierta, la sauna y el gimnasio.