Tiendas de moda Tarn Y Garona

En 1946, Auguste Crambes, antiguo fabricante de sombreros de fieltro en la región de Aude, fundó la empresa Crambes con su esposa Marie. Revolucionó la sombrerería creando sombreros de lona, basados en la idea de ensamblar piezas de tela sobre corcho. Con 200 modelos de sombreros y gorras, la empresa ofrece también a las grandes marcas francesas de lujo la posibilidad de confeccionar sus sombreros en Caussade. La empresa diseña más de 50.000 sombreros al año y se puede descubrir el proceso de fabricación a través de una visita guiada.

En el país del sombrero de paja, Willy's Paris es uno de los fabricantes más antiguos. Fundada en 1854, la empresa sigue trabajando con herramientas de otra época: máquinas de coser de hace algo más de un siglo, moldes de aluminio apenas rejuvenecidos y prensas tradicionales. Aquí todo está hecho a mano, garantía de un saber hacer transmitido de generación en generación y, sobre todo, de una gran calidad, sea cual sea el sombrero que elija.

La tienda está situada en el centro histórico de la hermosa ciudad de Moissac, frente a la Abadía de Saint-Pierre, una de las principales paradas de los peregrinos a Santiago de Compostela. La tienda ofrece una amplia gama de calzado y ropa deportiva, así como un espacio dedicado al senderismo y las actividades al aire libre. Podrá equiparse de la A a la Z para aprovechar al máximo la vida al aire libre, su ocio o sus actividades durante su estancia en Moissac e incluso para su vida cotidiana. ¡Una tienda que no debe perderse para pasar unas vacaciones confortables!

Crambes, creada en 1946 en Caussade, es una de las referencias francesas en la fabricación de sombreros y gorras para hombre. La empresa abastece a grandes nombres de la moda, ya sea en el mundo del lujo, del prêt-à-porter de alta gama o de los jóvenes diseñadores. La empresa sigue fabricando sus sombreros a la manera tradicional, con máquinas y conocimientos técnicos de antaño, para un resultado perfecto. Cada temporada es una oportunidad para redescubrir los clásicos, pero también para ver nacer nuevas creaciones con las que complacerse todo el año.