Loup gris d'Europe au parc animalier de Sainte-Croix© Matthieu - stock.adobe.com

La fauna es muy variada en Francia. Esto se debe, en particular, a las diferencias en la tipología del terreno y a un clima que varía de una región a otra. Para los aficionados al mundo animal y su observación, Francia está poblada de emblemáticos mamíferos terrestres, peces, aves, invertebrados y otros reptiles. Incluso puede sorprenderse de encontrar ciertas especies en determinados lugares. Parques naturales regionales, litorales y otros maravillosos espacios naturales de Francia, he aquí 10 lugares para la observación de animales. No olvides tus prismáticos y ser discreto.

1- Las salinas de Aigues-Mortes, tierra de los flamencos rosas

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En la Camarga, las salinasde Aigues-Mortes ofrecen paisajes increíbles. Son las salinas más grandes del Mediterráneo y albergan una gran cantidad de fauna y flora, incluidas más de 200 especies de aves. Entre ellas se encuentra un ave migratoria que asombra a los observadores por la belleza de su plumaje: el flamenco rosa. En verano, más de 50.000 personas acuden a la costa mediterránea para disfrutar del clima suave y la abundancia de alimentos. En Aigues-Mortes, las marismas son la mayor reserva de flamencos rosas de Europa. Objetivo: ¡verlos dormir sobre una pierna!

2- Los Pirineos, el hábitat favorito de las marmotas

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La marmota, originaria de los Alpes, fue reintroducida en los Pirineos en 1948. Se reconoce por su silueta fornida y sus pequeñas patas, que utiliza para agarrar hojas, raíces, tallos y flores y para alimentarse. El verano es la estación en la que es más probable verlo durante las excursiones en lugares como el pico de las Madres, el circo de Estaubé y los valles de Ossoue y Gavarnie. Cuidado, el animal puede asustarse rápidamente y volver a su madriguera. Por lo tanto, hay que ser discreto, paciente y llevar prismáticos para tener la oportunidad de ver su carita.

3- La bahía del Somme y su colonia de focas

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Es una agradable sorpresa que espera a los veraneantes que llegan a la bahía del Somme. Esta bahía, considerada como una de las más bellas del mundo, alberga la mayor colonia de focas de Francia. Tanto en marea alta como en marea baja, durante todo el año se pueden admirar sus sorprendentes y conmovedoras bolas, desde la Pointe du Hourdel o la bahía de Authie. Hay diferentes maneras de verlos. Puede ponerse las botas y aventurarse en los bancos de arena o planear un viaje en piragua o kayak. Sin embargo, hay que tener cuidado de no acercarse demasiado para respetar su tranquilidad y bienestar.

4- El Parque Natural Regional de Brenne y el galápago europeo

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El cistude europeo es una tortuga pequeña, con un tamaño medio de 14 cm. Es el emblema del parque natural de Brenne, en Berry, que también es conocido por ser el hogar de muchas aves. A partir de la primavera y durante un paseo por los estanques, se tiene la suerte de ver a las pequeñas tortugas de agua dulce disfrutando de las suaves temperaturas. Si no lo hace, tendrá mala suerte, ya que en este humedal viven casi 100.000 ejemplares. El parque natural regional de Brenne es uno de los últimos lugares donde se conserva la especie.

5- El Santuario de Pelagos y sus formidables mamíferos marinos

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El Santuario de Pelagos es una zona marítima situada entre Mónaco, Francia e Italia, y es objeto de un acuerdo entre estos tres Estados para la preservación de los excepcionales mamíferos marinos que lo frecuentan. El verano es la mejor época para observar especies como cachalotes, delfines y ballenas. Sin embargo, tenga cuidado, no puede andar por las aguas y arriesgarse a perturbar sus ciclos vitales. Para intentar acercarse a ellos y hacer buenas fotos, es imprescindible reservar una sesión con profesionales que trabajen para preservar el medio ambiente y las especies

6- El País Vasco, un pequeño paraíso para los pottoks

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El Pottok es una raza de ponis muy antigua. Se calcula que colonizó la zona hace 12.000 años y forma parte de algunos de los paisajes montañosos del País Vasco. La raza también está representada en las pinturas rupestres de algunas cuevas prehistóricas de la región. Hoy en día, los ponis viven en semilibertad y la mejor manera de verlos es hacer senderismo en el corazón del macizo de la Rhune. Se aconseja a quien se cruce con ellos en un paseo que mantenga una distancia de 3 a 4 metros para no asustarlos. También debes evitar la comida, ya que esto no les hace ningún favor. Simplemente observe y disfrute

7- Los bosques de Sologne, zonas amadas por los ciervos

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El ciervo, rey de los bosques, está presente en gran número en los bosques de Colonia. Entre mediados de septiembre y mediados de octubre se produce el grito del ciervo, que sirve para señalar su presencia a las hembras. También es el periodo en el que los curiosos tienen la oportunidad no sólo de escuchar al majestuoso animal, sino también de verlo. La vasta finca de Chambord es un lugar privilegiado para ello. Tiene 5 torres de vigilancia. La mejor manera de ver la berrea es ir acompañado de un guía, ya que es importante no molestar al animal durante la época de celo.

8- Las gargantas del Tarn, buitres en el cielo

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Víctima de una reputación bastante mala, el buitre estuvo presente en número en el cielo de la región de Causses hasta el siglo XIX, antes de recolonizar los maravillosos paisajes naturales de las gargantas del Tarn y de la Jonte. En el corazón de estas gargantas se encuentra la Maison des Vautours (Casa de los Buitres), que antiguamente se llamaba el "mirador de los buitres". La visita al museo es fascinante, sobre todo porque termina con un momento en elobservatorio, donde las largas vistas permiten admirar a los buitres en plena libertad en su entorno natural

9- La costa bretona y los delfines

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Los delfines no sólo se encuentran en la Polinesia y el Caribe. Este mamífero, que aún goza de buena reputación entre los humanos, también puede verse no muy lejos de la costa del Finisterre. Las puntas de Raz y Primel o la isla de Sein son lugares a los que acudir en Bretaña para tener la oportunidad de ver al cetáceo, que suele viajar en manada. Una vez más, hay que armarse de prismáticos y paciencia. Y para las salidas al mar, lo ideal es elegir organizadores de excursiones marítimas que pongan en marcha todo un protocolo para evitar daños al animal.

10- Mosela, despertando con los lobos

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El parque de animales de Sainte-Croix, situado en el corazón del parque natural regional de Lorena, tiene la particularidad de albergar 100 especies de animales que viven en semilibertad. Uno de ellos es el que probablemente ha rondado las noches de muchos niños: ¡el lobo! Lobos grises europeos, lobos negros del oeste de Canadá, lobos blancos del Ártico, siempre es emocionante ver a este animal salvaje y misterioso. El parque de animales también ofrece alojamientos de alquiler con vistas a las guaridas. Una experiencia única y memorable