Qué ver y hacer Pico

Una visita interesante para aprender un poco más sobre los procesos de elaboración del famoso vino de Pico. Aquí disfrutará con las degustaciones y, sin lugar a dudas, estará encantado de pasar (finalmente) por la caja de la tienda. La cooperativa, creada a principios de los años cincuenta por un grupo de viticultores, actualmente cuenta con unos 240 productores asociados. En 2004, los viñedos de Pico fueron clasificados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

René es un guía profesional francés instalado en las Azores que organiza excursiones hasta el monte Pico, durante el día o incluso por la noche, durmiendo en el cráter para admirar la puesta y la salida del sol. Ofrece información sobre la geología y la botánica de esta hermosa montaña. Pero debe poner atención, mejor no mover una piedra de su sitio si no quiere que se enfade. De todas formas, es un valor seguro.

Situada a 285 m de altitud en la zona del Cabeço do Bravo, al sur de Madalena, la gruta de las Torres está clasificada como Monumento Natural Regional e inscrita en el Parque Natural de Pico. Descubierto en 1990, es el mayor túnel de lava conocido en las Azores y en Portugal (de unos 5150 m de longitud) y uno de los diez más grandes del mundo. Equipados con un casco y una linterna, nos adentraremos hasta unos quinientos metros —el resto está reservado para los científicos. Guiado por las preciosas explicaciones del guía, observará bonitas estalagmitas y estalactitas de lava, paredes estriadas, estructuras lávicas muy diferentes entre sí, todo ello envuelto en una oscuridad profunda y en silencio: para no desnaturalizar el lugar, no se ha llevado hasta allí ningún artificio humano. Entre las aproximadamente ochenta cavidades volcánicas de Pico, esta merece la visita. La gruta das Torres es un ejemplo del uso sostenible de un recurso natural con fines turísticos, pero sobre todo para concienciar a la población sobre la protección del medioambiente. La visita se realiza con el máximo respeto. La gruta es absolutamente fabulosa y durante la visita se sentirá como un verdadero explorador, con su casco y su linterna. Un momento mágico, como suspendido en el tiempo. La actividad es ideal para las familias. Recuerde reservar al menos el día anterior, ya que las plazas son limitadas. E ir bien equipado: buenos zapatos para caminar, chaleco, chubasquero, etc.

Cerrada desde que finalizó la caza de ballenas, la fábrica alberga un museo que muestra el tratamiento dado a estos gigantes marinos. Todo sigue ahí, incluso los huesos usados para hacer harina. Las enormes calderas, los cuchillos que usaban para cortar el cachalote o el plano inclinado donde descuartizaban a los cetáceos han permanecido como estaban. Es el primer museo industrial público de las Azores. Una visita interesante e imprescindible para conocer las tradiciones de la isla.

Allí, con una amabilidad a toda prueba, el billete para las demás islas, la información necesaria, el servicio de una guía para la ascensión del Pico, o el alquiler de un coche te darán.