Los mejores parques de animales y acuarios Languedoc Roussillon

La construcción del Haras («Acaballadero») se inició en 1972 y se extiende en 16 hectáreas. Hay una herrería y graneros cerca de una mansión del siglo XIX, pero también dos establos con más de setenta boxes, así como lugares de trabajo y de espectáculo (canteras y tiovivo…). Los guías especializados le harán compartir su amor y pasión por los caballos de montar o de tiro allí presentes; le explicarán la historia de los caballos nacionales y le harán descubrir el paraje y las actividades que se desarrollan… Este sitio participa activamente en el desarrollo de formaciones especializadas, sobre todo en el campo de tiro (en particular en la escuela profesional de tiro implantada allí), pero también en temas relacionados con la cría y la valorización del caballo. Este lugar también dispone de una plataforma técnica de calidad adaptada para acoger durante todo el año competiciones de alto nivel.

Una visita que combina modernidad y tradición: los misterios del Haras nacional. Visita de dos horas con la oficina de turismo en verano. Esta visita acompañada por guías profesionales permite comprender la actividad de los Haras nacionales y el papel de esta institución. Podrá ver el patrimonio hippomobile con sus prestigiosos coches, la guarnicionería de enganche donde el olor del cuero recuerda cuando este lugar y la herrería se dedicaban a trabajar con la pezuña del caballo. Los caballos de diferentes razas de tiro y de sangre para el enganche se ven en los boxes, o en libertad en las pistas. A veces, según la época del año, podrá contemplar las sesiones de trabajo con los caballos en el enganche y admirar a estos magníficos animales en movimiento.

El Haras nacional de Uzès presta apoyo a los organismos del sector equino en las regiones de Languedoc-Rosellón, Provenza, Alpes, Costa Azul y Córcega y contribuye al desarrollo de proyectos cercanos. Este lugar forma parte de la red del Instituto Francés del Caballo y de la Equitación que se extiende por toda Francia con veintidós Haras nacionales y el Cadre Noir de Saumur.

Para ver alpacas, no hace falta que cruce el Atlántico y suba a los Andes, venga a visitar la granja de Christophe. Las visitas son guiadas (horas fijas) o libres. También hay cabras argelinas, ponis y burros, porque estos últimos son la pasión de Christophe: puede hablar de ellos durante horas. Una vez terminada la visita, los más pequeños pueden estirar las piernas en el parque infantil, disfrutar de una bebida fría en el puesto de bebidas y todo el mundo puede hacer un pícnic en un espacio cubierto, y protegido del sol y el viento.