BASILIQUE SAINT-SAUVEUR
Esta basílica, situada en la calle Saint-Sauveur, está ricamente amueblada, al igual que el baldaquino del altar mayor.
Enclavada entre los adoquines de la calle Saint-Sauveur, esta basílica más bien discreta es uno de esos lugares por los que los habitantes de Rennes pasan una y otra vez, a veces sin entrar nunca. Fundada en el siglo XII, sufrió numerosas modificaciones antes de ser reconstruida en el siglo XVIII, concretamente entre 1703 y 1719. En su interior, la iglesia posee un rico mobiliario, como el baldaquino del altar mayor, el órgano del coro (1894) y el púlpito de hierro forjado. También hay una capilla dedicada a Notre-Dame-des-Miracles, cerca de la cual los fieles depositaban antiguamente numerosas ofrendas exvoto (esto ya no es posible). Si se sitúa en el centro de la rue Duguesclin, disfrutará de una hermosa vista de la basílica.