CHAPELLE DE LOCJEAN
Según los informes, la capilla de Locjean, construida en la primera mitad del siglo XVI, fue remodelada en los siglos XVIII y XIX y perteneció a los monjes hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Entre otras cosas, descubrimos un campanario de tipo córnico, en su interior dos almejas y una credencial de reconocimiento, así como una docena de estatuillas declaradas Monumento Histórico y que completan el mobiliario del siglo XVI. Pero lo que más nos llama la atención son los magníficos árboles que la rodean, y entre ellos un magnífico roble de 400 años de antigüedad. También descubrimos los restos de un tejo quemado, tallado con un duende y su linterna, en 2007 por Patrig Ar Goarnig, un artista bretón comprometido y deseoso de promover la cultura local Este majestuoso árbol, aunque parcialmente dañado tras un incendio provocado, cuyo tronco áspero se utilizó para crear esta korrigan que recuerda el universo fantasmagórico de las leyendas bretonas, sigue siendo en su nueva forma una maravilla.