ALDEA DE MENEHAM
Uno de los lugares más excepcionales de la costa de las leyendas, con un museo que permite profundizar en la historia del pueblo
Bienvenido a uno de los lugares más excepcionales de la costa de las leyendas, impregnado de 300 años de historia. Meneham, del bretón Menez ham, "la aldea de la colina", fue en sus orígenes un sencillo pueblo de campesinos, pescadores y "gémoniers", que llevaban una vida ruda y rudimentaria. Abandonado tras la guerra, las casas cayeron en el abandono, pero en la década de 2000 un repentino interés propició su restauración, convirtiéndolo en uno de los lugares de visita obligada de la costa norte. En la actualidad, un importante proyecto museográfico ha trasladado a los visitantes a las condiciones de vida y la historia del pueblo, perpetuando la memoria del lugar y de las personas que lo habitaron. También se han instalado aquí estudios de artistas, que añaden un auténtico ambiente creativo a la vida local. Si sus pasos le llevan hasta aquí, empiece por pasear por las playas, que tienen algo de relajante e inmenso. Después tendrá que cruzar unos curiosos senderos serpenteantes entre gigantescas rocas. A continuación, podrá descubrir la última residencia conservada frente al mar, un lugar a la vez mágico y tierno, que encierra el espíritu de la Bretaña marítima. A continuación, vaya a conocer a los artistas, pasee por las zonas museísticas antes de ir a comer algo a la acogedora posada local. La comida es excelente y no demasiado cara Quién sabe, quizá tenga la suerte de conocer a un viejo marinero Le contará todo sobre la época en que este lugar vibraba al ritmo de las mareas, sobre la pesca y sobre los bretones. Toda una cultura
creperie super au village et goûter le kig ha farz.
L'été tous les dimanches, Fest Diez avec danses bretonnes le tout devant un paysage incroyable.
La visite des différents galeries d'artistes est un plaisir des yeux
Pour moi un site incontournable du finistère nord
Le village est bien sympathique mais n'égale en rien cette magnifique côte des légendes avec ses plages, ses récifs et ce côté sauvage encore bien préservé...
De superbes balades le long de la côte ou jusqu'au bourg de Kerlouan pour se manger un bon Pastéchou