Fincas vinícolas Ribeauvillé

Desde 2014, Jean-Guillaume dirige esta propiedad familiar de 25 hectáreas con su esposa, la enóloga Céline. El trabajo de la tierra es primordial para él, que desea desarrollar sus vinos, certificados ecológicos desde 2021. Los terruños de la finca -Grands Crus Kirchberg, Altenbgerg y Grossberg- se exhiben en vinos de calidad innegable. Pruebe el Pinot Noir Osmose, envejecido durante 12 meses en barricas de roble, con su nariz ligeramente amaderada y su boca sedosa, o el Pinot Gris Clos Ribeaupierre, con su nariz fina y mineral y su boca rica y fresca.

Aquí, es sobre todo un asunto de familia, primero entre padre e hijo, luego entre primos. Desde 1626, 13 generaciones han mantenido viva esta finca con pasión. Pierre Trimbach, presidente de las Grandes Maisons d'Alsace, figura entre los 10 mejores productores de vino blanco del mundo. Su reputación se basa en la calidad incuestionable de sus vinos aromáticos y secos de guarda. La empresa ofrece 5 gamas: los imprescindibles Classiques, vins de Réserve, Réserve Personnelle, Rieslings & Grands Crus y Vendanges Tardives. La degustación es obligada

Sébastien esperó a tener 33 años para crear su finca de 3,2 hectáreas: Le Clos Liebau. Diseñado como un jardín silvestre, está certificado AB, las vides se cultivan en permacultura, sin utilizar azufre ni cobre. Encontrará árboles silvestres y gallinas en medio de las viñas para sanear las parcelas. Hay otros animales en los viñedos y, si lo desea, sus hijos podrán saludarlos Sébastien elabora cuvées a las que no les falta carácter, como la Soley Kouché, una mezcla de maceración con una nariz afrutada y una boca chispeante.