Un museo en el que se exponen objetos utilizados por los oficiales y modelos, con una visión de los oficios ancestrales.
El compañero es aquel con quien, etimológicamente, compartimos el pan. Sin embargo, el Gremio (compagnonnage), que en 2010 fue inscrito como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, comparte mucho más que el pan con su vecino: comparte sus conocimientos. Todo el mundo ha oído hablar del Gremio, pero pocas personas saben realmente de dónde viene y qué es exactamente. Este Musée Départemental du Compagnonnage (Museo Departamental del Gremio) consigue mostrarnos la historia de esta institución de formación profesional, cuya particularidad es el largo recorrido que siguen los jóvenes aprendices para enriquecerse humana y profesionalmente a través del contacto con los más experimentados, hasta formar una plantilla de lo más cualificada. Es una verdadera obra maestra que se puede admirar en el interior del museo gracias al trabajo colectivo de los Gremios, que han completado su propio Tour de Francia. A través de la historia de Pierre-François Guillon, que dejó Romanèche-Thorins en 1866 para seguir su formación de carpintero, comprendemos la importancia de esta transmisión de gestos profesionales, acompañados de una moral y de una verdadera espiritualidad. Este joven artesano fundó la École de Trait en 1871, donde enseñó durante 52 años carpintería, construcción de escaleras y corte de piedra a aprendices de todo el mundo. Este museo, construido en 1928 por el Conseil Général de la Saône-et-Loire, no solo presenta obras maestras increíbles y los bocetos que indican cómo se debían trabajar los materiales, sino también modelos y objetos emblemáticos de estos artesanos. El museo, renovado y ampliado en 1994, acoge regularmente exposiciones temporales sobre el tema del Gremio. Una visita emocionante.