Guía de viaje Altafulla

Con sus nada menos que 5.000 habitantes, la pequeña y encantadora ciudad de Altafulla tiene un carácter propio, único en el paisaje de la Costa Dorada. La Vila Closa (ciudad peatonal), con sus estrechas callejuelas de casas antiguas con fachadas floridas, al abrigo del castillo o de la iglesia de San Martín, tiene el aire de un poema urbano. En las zonas altas de la ciudad hay algunos establecimientos magníficos que harán las delicias del viajero más exigente. En dirección al mar, descubrirá una playa muy bonita con una serie de antiguas cabañas de pescadores llamadas Botigues de Mar, por "tiendas de mar" (antiguamente se utilizaban para almacenar mercancías con destino a América, entre otros lugares). Desde el paseo marítimo, es fácil llegar a la antigua villa romana de Els Munts: una visita a sus restos, muy bien conservados, revela el esplendor imperial de esta residencia, que probablemente perteneció al gobernador Valerio Avitus Cayo. Más información en la oficina de turismo (Via Augusta, 34) y en www.altafulla.cat Fiestas. Alrededor del último domingo de mayo se celebra la Fiesta de l'Olla en el parque del Comunidor, que es una oportunidad para darse un festín con una gran olla, antes de bailar las típicas sardanas. La Nit de Bruixes (Noche de Brujas) se celebra el último fin de semana de junio y consiste en una feria esotérica que se celebra dentro de la Ciudad-Cerrada. Hay una variedad de entretenimientos, puestos y venta de artesanías relacionadas con el tema de la brujería. La Fira d'Artesans es una feria nocturna de artesanía de cuatro días que se celebra a mediados de agosto y el Festival Internacional de Música, que dura todo el verano (julio-agosto), acoge a numerosos músicos de todo el mundo en la plaza frente a la iglesia. Por último, durante la semana del 11 de noviembre, la Fiesta Mayor está dedicada a San Martín y es la ocasión de muchas celebraciones típicamente catalanas: bailes y danzas populares, castells, degustaciones gastronómicas, etc. ¡No se lo pierda!