Tradicional trattoria regional que sirve especialidades locales, con toda la decoración que ello conlleva: manteles a cuadros, sillas de madera, marcos retro colgados de las paredes. El menú incluye fettuccine con alcachofas y bacon, tagliata de ternera con vinagre balsámico y una pequeña ensalada. Elantipasto casero es un festín de entrantes fríos y calientes, con pasta casera, raciones abundantes y precios muy razonables. Vaya los domingos para ponerse al día con los lugareños en su comida familiar semanal. Una apuesta segura
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre LA VECCHIA FRASCA
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Esperienza molto negativa in questa struttura a Frascati: ci siamo seduti in due alle 13:15 con locale semivuoto ma subito la prima sorpresa: alcuni piatti indicati nella carta non erano disponibili.
Abbiamo dunque ripiegato sulla classica "cacio e pepe" ma alle 14:45, dopo un'ora e mezza di attesa e due cestini di pane, siamo andati via senza averla mai vista.
Peccato, perché l'ambiente era accogliente e ci eravamo seduti con la certezza di vivere un'esperienza "food" da trattoria tipica, ma la gestione del locale è assolutamente inadeguata.
The cacio e pepe? Never seen.
Very negative experience in this establishment in Frascati: two of us sat down at 1.15pm with a half-empty place but immediately the first surprise: some dishes indicated on the menu were not available.
We therefore fell back on the classic "cacio e pepe" but at 2.45pm, after an hour and a half of waiting and two baskets of bread, we left without ever having seen it.
It's a shame, because the environment was welcoming and we sat down with the certainty of having a typical trattoria "food" experience, but the management of the place is absolutely inadequate.
¿El cacio e pepe? Nunca visto.
Experiencia muy negativa en este establecimiento de Frascati: dos de nosotros nos sentamos a las 13.15 con el sitio medio vacío pero enseguida la primera sorpresa: algunos platos indicados en la carta no estaban disponibles.
Así que recurrimos al clásico "cacio e pepe", pero a las 14.45, después de una hora y media de espera y dos cestas de pan, nos fuimos sin haberlo visto.
Es una pena, porque el ambiente era acogedor y nos sentamos con la certeza de vivir una experiencia de "comida" típica de una trattoria, pero la gestión del lugar es absolutamente inadecuada.