RICHON
En esta empresa familiar creada en 1930, el Maestro artífice pastelero Claude Richon tomó el relevo. Perpetúa el espíritu de creatividad y de calidad de la casa en sus dos tiendas colmarianas situadas al borde de la Pequeña Venecia por una, y cerca del Champ de Mars para el otro. Aquí se respetan las tradiciones, mientras que las paredes se reparten con una cáscara de modernidad. Todo es excelente: pastelería (divinos luminales), bollería (croissant frambuesa), macarrones (mango-pasión, Earl Grey, jazmín, mirántalo…), entrenés helados… Sin olvidar los chocolates tan sabrosos como sus nombres son evocadores: El oro del Rin (muscadina en el Atrtreau), Hansi (trufa blanca al orujo de Gewurztraminer), Grès des Vosges (pralina hocosa), beso Negro (trufa en gianduja), Diamant (trufa jengibre a la flor de cerveza)… ¿Te gustaría escuchar a tus comensales durante un aperitivo cena? Debes saber que Richon propone todo tipo de adornos, mini sándwiches, tostadas o incluso verrinas. Para pedir 48 horas de antelación como mínimo.