MURO DE GOMA DE MASCAR
Probablemente la atracción más original de Seattle, esta pared de ladrillo ubicada en un pequeño callejón adyacente al Pike Place Market ha sido cubierta con cientos de miles de chicles a lo largo de los años por residentes y turistas por igual. Esta tradición se remonta a principios de la década de 1990, cuando los espectadores de un teatro cercano comenzaron a pegar su chicle a la pared una vez terminado el espectáculo. Hoy en día, es considerado antihigiénico por la ciudad. Es cierto que es un poco "asqueroso" que tampoco nos vamos a ceñir a ella para la pose de la foto, pero el resultado es colorido y.... estético en cierto modo. En noviembre de 2015, la empresa llevó a cabo una importante campaña de limpieza de la pared. En vano desde que los transeúntes volvieron a masticar chicle pocas horas después de que los Kärchers de la ciudad pasaran por allí.