STATION SNSM
Bien protegido en su imponente refugio en el techo octogonal que se abre al puerto o al mar gracias a un buen sistema de rotación, el bote de salvamento de Goury, el Mona Rigolet, se trata aquí con respeto y admiración. Su tripulación de voluntarios siempre está dispuesta a tomar el mar, independientemente del clima. El número de intervenciones y rescates es impresionante. El tráfico es denso por aquí y, al entrar, puedes leer los detalles de sus salidas en los paneles de madera fijados en la pared. En lo alto, baila Aurigny a sólo 16 km de la costa.
Cerca, pero difícil de acceder, porque guardan celosamente gracias a las burbujas de una corriente muy poderosa que se ve claramente en el mar: el raz Blanchard, que además viene acompañado de monstruosas rocas de puntas acristaladas. Hubo naufragios, por decenas, entre ellos el del Vendro Aire. Una cruz de piedra al final del sendero recuerda la pérdida de este submarino francés desaparecido en junio de 1912 con hombres a bordo.