Guía de viaje La Ballena

Nadie sabe a ciencia cierta de dónde viene el nombre de esta pequeña y bonita ciudad. Aunque nunca se ha visto aquí un animal de este tamaño -y con razón, el mar está a varios kilómetros-, algunos creen que el nombre de la localidad procede de la diosa gala. Para llegar al pueblo, la pequeña carretera que conduce a él es tan sinuosa como los meandros del río Siena, que bordea la ciudad: este lugar es un paraíso para excursionistas y pescadores y depara algunas agradables sorpresas. En torno a su pequeña iglesia, el pueblo cuenta con menos de un centenar de habitantes: suficiente para pasar aquí un rato tranquilo. Para abastecerse, Gavray está a sólo 5 minutos.