MONUMENT À POLICARPA SALAVARRIETA
Apodada "La Pola", Policarpa Salavarrieta (1795-1817) fue una heroína de la independencia colombiana. Con sólo 15 años, participó en la lucha contra los colonos españoles, encargándose de las comunicaciones, los suministros y el reclutamiento. Pronto asumió también funciones de espionaje, desempeñando un papel estratégico al recabar información vital sobre las tácticas enemigas. Acusada de traición por la corona, fue capturada. Murió fusilada en la plaza Bolívar en 1817, con sólo 22 años, tras resistirse a la tortura sin dar ninguna información. Su juventud, su valor, su contribución a la lucha y su trágica muerte la convirtieron inmediatamente en un símbolo de la libertad y en una figura emblemática de la independencia. Por ello, en el primer centenario de la independencia, en 1910, se erigió la primera estatua de cemento en el Barrio Las Aguas para rendir homenaje y celebrar el legado de La Pola. Se la representa sentada en un banco, con las manos atadas a la espalda y una mirada insumisa que transmite toda su convicción y entrega a la causa independentista. "Aunque soy mujer y joven, tengo el valor de enfrentarme a la muerte y a mil muertes más. Viva la libertad", reza la inscripción a los pies de la estatua. La Pola es una gran figura femenina colombiana, homenajeada en Bogotá, pero también en otros lugares del país, en sellos, monedas y en la cerveza local "La Pola".