Calles plazas y barrios para visitar Bogotá

La plaza de Bolívar es el corazón histórico, político, cultural y religioso del país. Se construyó en el emplazamiento de las primeras doce casas construidas en Bogotá y dedicadas a los doce apóstoles. Siguiendo las estrictas normas de arquitectura impuestas por la Corona española, la Plaza Mayor está dominada por la estatua de Simón Bolívar, creada en 1846 por el escultor italiano Pietro Tenerani. Al sur de la plaza se encuentra el neoclásico Capitolio Nacional, construido entre 1847 y 1925. Es la sede del Congreso. El edificio de enfrente, al otro lado de la plaza, es el Palacio de Justicia. Este moderno edificio sustituyó al antiguo juzgado que fue destruido por los tanques del ejército en 1985 tras ser ocupado por un comando guerrillero del M-19. En el lado este, la majestuosa catedral y la capilla del Santísimo Sacramento, así como la Casa del Florero. En el lado oeste, el Palacio Liévano que alberga el ayuntamiento. Esta gran plaza está siempre muy animada y acoge regularmente actos políticos y culturales. En la madrugada del 5 de junio de 2016, con un clima de 8°C, más de 6.000 personas se desnudaron para posar ante el lente del fotógrafo norteamericano Spencer Tunik (video del evento, que reunió a exguerrilleros, exparamilitares y exmilitares, en YouTube: "Johnnie Walker & Mambo enable Spencer Tunick and a moment of Colombian unity"). Más recientemente, en septiembre de 2017, el Papa Francisco vino a bendecir a 22.000 jóvenes colombianos.

Apodada "La Pola", Policarpa Salavarrieta (1795-1817) fue una heroína de la independencia colombiana. Con sólo 15 años, participó en la lucha contra los colonos españoles, encargándose de las comunicaciones, los suministros y el reclutamiento. Pronto asumió también funciones de espionaje, desempeñando un papel estratégico al recabar información vital sobre las tácticas enemigas. Acusada de traición por la corona, fue capturada. Murió fusilada en la plaza Bolívar en 1817, con sólo 22 años, tras resistirse a la tortura sin dar ninguna información. Su juventud, su valor, su contribución a la lucha y su trágica muerte la convirtieron inmediatamente en un símbolo de la libertad y en una figura emblemática de la independencia. Por ello, en el primer centenario de la independencia, en 1910, se erigió la primera estatua de cemento en el Barrio Las Aguas para rendir homenaje y celebrar el legado de La Pola. Se la representa sentada en un banco, con las manos atadas a la espalda y una mirada insumisa que transmite toda su convicción y entrega a la causa independentista. "Aunque soy mujer y joven, tengo el valor de enfrentarme a la muerte y a mil muertes más. Viva la libertad", reza la inscripción a los pies de la estatua. La Pola es una gran figura femenina colombiana, homenajeada en Bogotá, pero también en otros lugares del país, en sellos, monedas y en la cerveza local "La Pola".