Diversión y salidas Bogotá

Un café o salón de té sin pretensiones en el viejo Usaquén. El espacio es diáfano, con pequeños salones íntimos decorados con objetos rústicos y un cálido patio, que da a la calle, con pesadas mesas de hierro donde nos sirven (un poco despacio a veces) un capuchino o un té chai, zumos de frutas, vinos y cervezas y comida sólida también, incluyendo buenas empanadas argentinas... Un buen lugar para desayunar, o para hacer una pausa mientras se pasea por el barrio. Muy concurrido el fin de semana (normal para Usaquén), más tranquilo entre semana.

Este minúsculo bar, que también pretende ser un espacio cultural alternativo, lleva desde 2008 promocionando artistas de música más o menos experimental, desde el punk a la cumbia, pasando por la música tradicional, o el jazz. El escenario es diminuto y estás cerca de los artistas, el ambiente está ahí. También sirven deliciosos rones concertados y se proponen eventos casi todas las noches: conciertos, actuaciones, conferencias, proyecciones de documentales o cine independiente... Un buen plan para los amantes de las artes subterráneas.

Este teatro neoclásico, con su hermosa fachada de sillería, es el símbolo de la vida cultural de la capital. Construido por el arquitecto italiano Pietro Cantini en 1885 e inaugurado en 1892, recibió el nombre de Cristóbal Colón para conmemorar el 400 aniversario del descubrimiento de América. Declarado Monumento Nacional en 1975, fue restaurado entre 2008 y 2011. Si tiene la suerte de ir una noche a ver una ópera, un ballet o una obra de teatro, quedará encantado con el talento de los artistas colombianos y el entusiasmo del público local

Fundado en 1973, el Teatro Libre fue creado por el grupo de teatro de la prestigiosa Universidad de los Andes.

La idea era hacer un teatro popular, que participara en la lucha por transformar la sociedad colombiana. El Teatro Libre tiene dos sedes: en La Candelaria, con capacidad para 200 espectadores, y en Chapinero (600 personas). Una programación de obras de teatro de calidad, así como de música, entre la que destaca el Festival Internacional de Jazz de Bogotá, que suele celebrarse en septiembre y es una cita obligada para los aficionados.

Un lugar agradable para tomar un café, dentro o fuera, en un gran patio. Muchos estudiantes de la cercana Universidad Javeriana, por el ambiente acogedor, pero también por los excelentes cafés originales que se sirven. El café se selecciona profesionalmente, se tuesta in situ y lo preparan baristas expertos, con 3 tipos de tueste y 9 métodos de filtrado diferentes, para resaltar mejor la acidez, el amargor, el cuerpo o el dulzor de cada grano de café. Varietale también ofrece tés y comida.

Una de las mejores coctelerías de la capital, con auténticos mixólogos que inventan recetas originales para sorprender a nuestros sentidos. Cócteles de autor elaborados con una impresionante variedad de hierbas, frutas y verduras orgánicas cultivadas en suelo colombiano. Huerta Bar se trasladó a un nuevo espacio a finales de 2021 y ahora está abierto durante el día, ofreciendo un interesante menú con ingredientes saludables y locales, con el mismo espíritu que los cócteles.

Un poco más arriba del Parque de los Periodistas, en Las Aguas, un café-bar muy agradable, lleno de estudiantes al final de los cursos (la universidad de Los Andes no está lejos). El ambiente es rústico, cálido, artístico, con una decoración colorida y muchos objetos reciclados. Un largo patio abierto en la parte trasera, muy agradable por la tarde cuando hace buen tiempo. Siempre buena música, con conciertos de vez en cuando. En la carta, zumos de frutas, cafés (de Huila, deliciosos), chocolate caliente, cervezas artesanales... y comida: sándwiches, lasaña, tartas..

Carlos Vives, la estrella colombiana de Santa Marta, abrió el restaurante Guaira Café con su hermano Guillermo, que se convirtió rápidamente en un local de culto para la música caribeña. La pandemia y las diferencias familiares dieron lugar a un nuevo concepto, y Carlos se queda solo al frente de Cumbia House. Los conciertos, los bailes y cada espacio de esta casona recuerdan la alegría colombiana. La cocina de las diferentes regiones es media, y la gente viene aquí principalmente por el ambiente festivo. Es necesario reservar de miércoles a sábado.

En Chapinero, en la Carrera Séptima, frente al Parque de los Hippies, una discoteca muy agradable y nada recargada, apreciada por los mayores de 25 años, con un espíritu abierto y alternativo. Dos salas, dos ambientes. ¡Sala Jaguar toca salsa, merengue, champeta, boogaloo y chucu chucu! La Sala Disco toca rock, dancehall, funk, hip hop y reggaetón. Buena rumba en general, y un buen ambiente que se anima hacia la medianoche. Las bebidas no son demasiado caras, y la mitad de la tapa es para una bebida.