MILKHOTEL
El hotel es ideal para los amantes de la desliza, de naturaleza (todas las actividades de montaña están cerca) y de confort. Este bonito chalé de madera a la atmósfera muy contemporánea se sitúa justo al pie de las pistas y ofrece, en un ambiente distendido, la posibilidad de calmar los esquís de día y de noche (pista iluminada). Las habitaciones luminosas y espaciosas dejan todo el espacio para relajarse, broncearse en el balcón, sin contar con los dos bares, el billar y el buen ambiente ambiente. El desayuno es una corner orgánica y los huéspedes disfrutarán de una cocina familiar que no olvida las buenas especialidades de Saboya, mientras que para recuperar fuerzas, hay un snack abierto a los esquiadores a mediodía. También te gustará el Happy saborear para los niños y el DJ en la terraza.
Mais le prix des plats
est extrêmement chère.
Une assiette de frites est facturée 10 euro et que le dessert est facturé 11 euro.
Une personne du staff est froide et peu agréable, dommage que cette personne gâche ce moment.
En ré anche les autres sont plus sympathiques
Superbe établissement