PORTOFINO
No hay quien pare a Jean-François Foucher. El célebre pastelero, que cuenta con dos establecimientos en el corazón de la ciudad, uno para las delicias dulces y otro para la bollería vienesa, abrió en enero el Café JFF y Portofino. El primero es un excelente salón de té, mientras que el segundo, más inesperado, ofrece la posibilidad de comprar excelentes productos transalpinos: aceites, condimentos, pasta (elaborada in situ) e incluso de comer directamente en el local. Otra cuerda en el arco gastronómico del chef: nos encanta.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre PORTOFINO
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.