BARRIO JUDÍO
El barrio judío de Bujará se encuentra al sur del estanque de Lyabi-Hauz. Es una pintoresca maraña de callejuelas donde se reunía la numerosa comunidad judía de la ciudad. Aquí se encontraban sinagogas, escuelas judías y hogares de todas las clases sociales.
La historia de los judíos de Bujará se remonta al emperador persa Ciro, quien, según cuenta la leyenda, durante su conquista de Babilonia liberó a los judíos de Oriente y los animó a establecerse en sus tierras de Asia Central. Se dice que los judíos de Bujará (nombre que en realidad se refiere a una comunidad más amplia que los judíos que vivían en Bujará, pues engloba a todos los judíos de Asia Central) descienden de estos judíos babilonios que llegaron en el siglo V a. C., lo que los convierte en una de las comunidades hebreas más antiguas que se conocen. Con el tiempo, otras comunidades procedentes de Yemen, Marruecos e Irán han ido engrosando la comunidad original de habla persa. Los judíos de Bujará hablaban bujarot, un dialecto de raíces persas que escribían con letras hebreas, sobre todo para los textos poéticos. La primera sinagoga se construyó en 1620; antes, los judíos oficiaban en mezquitas.
La comunidad estaba especializada en el comercio y el teñido de telas. Vivían en un distrito especial y no se les permitía montar a caballo ni vestir de seda. Aquellos judíos que se convirtieron al islam eran conocidos como chala. Fue en 1793 cuando un rabino sefardí, Yosef Maimon, llegó a Bujará y, al descubrir un culto local mezclado con influencias persas y del zoroastrismo, decidió cambiar todo aquello y los convirtió a la liturgia sefardí, que aún se practica hoy en día.
La llegada de los rusos en el siglo XIX fue, paradójicamente, una buena noticia. Aunque el Imperio ruso cometió numerosos pogromos, fueron menos virulentos con la comunidad y los chala pudieron volver al judaísmo sin miedo a ser perseguidos. Por desgracia, con la llegada de los bolcheviques, se cerraron las trece sinagogas de Bujará, se envió a los ricos comerciantes a los campos y se prohibió la práctica religiosa. Tras la independencia, la gran mayoría emigró a Israel y Estados Unidos. Hoy hay unos 50.000 solo en el distrito neoyorquino de Queens y 100.000 en Israel; por contra, hay menos de 300 en Bujará. Las pocas familias que quedan se ocupan de las dos sinagogas, la escuela y el cementerio. Las hermosas casas del barrio han sido compradas y convertidas en casas de huéspedes. Se pueden visitar fácilmente.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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