GRABEN

En el centro de la ciudad, el Graben es una antigua calle comercial. Es la vía peatonal más transitada de Viena, con sus suntuosas fachadas históricas adornadas por escaparates de marcas de lujo, heladerías y tiendas de recuerdos.

Historia. La ocupación urbana del Graben se remonta a la época romana. En este lugar se estableció el campamento de Vindobona. El campamento estaba rodeado por un foso a lo largo de la Naglergasse. En la Edad Media, un castillo fortificado sustituyó al castellum. En el siglo ^XII, los Babenberg ampliaron la ciudad con el rescate pagado por la liberación de Ricardo Corazón de León y rellenaron el foso, creando el Graben, la vía principal de la ciudad. Cinco calles se cruzaban con el Graben por el sur y surgieron nuevos edificios. A principios ^del siglo XIV, un incendio arrasó todo el distrito. Cuando se reconstruyó, la burguesía comenzó a instalarse aquí. Durante el Renacimiento, el Graben se convirtió en un importante mercado y zona comercial. Desde finales ^del siglo XIX, los propietarios comenzaron a embellecer las fachadas de sus casas con elementos barrocos. En 1753 se inauguró el mercado, al que siguió el mercado de Navidad en 1772. El Graben se convirtió en un paseo marítimo. A principios ^del siglo XIX se instalaron tiendas de lujo. En 1974, el Graben se convirtió en la primera calle peatonal de Viena. La zona peatonal se amplió a las calles adyacentes cuando se construyó el metro.

Edificios. La Casa Anker fue construida en 1894 por Otto Wagner. Se convirtió en la residencia del artista Hundertwasser. Merece la pena ver el palacio barroco Bartolotti-Partenfeld ⁽ siglo XVIII), el Generalihof construido entre 1794 y 1795, y el Grabenhof, obra de los arquitectos Thienemann y Wagner, construido en 1873. En este edificio se celebran actualmente numerosos actos culturales. En el número 21 del Graben se alza el monumental edificio neoclásico de la Caja de Ahorros de Austria.

Monumentos. En medio del Graben, junto a la Santísima Trinidad, se alza la Columna de la Peste, erigida en 1679 a petición de Leopoldo ^I, tras la gran epidemia de peste que asoló la ciudad. Dos fuentes adornan también la calle. La de las cuatro cabezas de león, mencionada ya en 1455, se construyó para ayudar a combatir los incendios. La otra, al sureste de la calle, data de 1561 y presenta estatuas de plomo de Johann Martin Fischer.

Para no perderse Los magníficos aseos subterráneos de estilo Art Nouveau, construidos en 1905 por el arquitecto Adolf Loos.