ÓPERA NACIONAL (WIENER STAATSOPER)
Ir a la Ópera Estatal de Viena, un sueño hecho realidad durante un espectáculo, una gala o un baile. ¡Saca tu mejor ropa!
La Ópera de Viena, diseñada por los arquitectos Auguste von Sicardsburg y Eduart van der Nüll, se inauguró en 1869 con el Don Giovanni de Mozart, que finalmente se reestrenó. El propio emperador Francisco José asistió a la primera representación de la "Ópera Imperial y de la Corte Real". Confió a su ayudante de campo que la ópera, aunque suntuosa, le parecía un poco baja. Van der Nüll se suicidó poco después por despecho. Su colega Sicardsburg, muy afectado por esta tragedia, murió dos meses después de un ataque de apoplejía. A partir de entonces, el emperador no se atrevió a criticar, limitando sus comentarios a su famoso: "Es muy bonito, me ha gustado mucho"
El edificio original quedó muy dañado por los bombardeos aliados de marzo de 1945. Sólo se salvaron parte de la logia y la escalera, decoradas por Moritz von Schwind, y la estatua de bronce de Pegaso, obra de Julius Hähnel, que son los restos que aún pueden verse. El resto de la ópera se reconstruyó en 1955. Desde la azotea se puede admirar la vista del Anillo. La visita guiada, muy informativa y en inglés, dura unos 40 minutos.
Asistira una ópera en la Staatsoper es una experiencia única y casi ineludible durante una estancia en Viena. Pero tendrá que comprar los billetes con mucha antelación. La alternativa es ir al teatro de la ópera antes de la función (1,5 horas como máximo) y comprar una habitación de pie por unos pocos euros.