BORGHESE PALACE ART HOTEL * * * *
Florencia es una ciudad de arte. Muchos hoteles lo olvidan. Muchos se conforman con la arquitectura de su edificio para relacionarse con el pasado. El Borghese Palace va más lejos y hace un homenaje omnipresente al arte de ayer, pero también y sobre todo al de hoy, todo gira en torno al futuro. Y este gusto por los arabescos, por las simetrías modernas, se encuentra en casi cada habitación. El ascensor central de cristal, incrustado en el corazón de una estructura antigua, es un buen ejemplo de ello. El hilo rojo artístico prosigue en los pasillos, con los cuadros expuestos o las estatuas que saludan a los clientes. El trato es impecable, la limpieza óptima y el confort lujoso. El personal multilingüe es muy acogedor y siempre sabe algo sobre las exposiciones en curso en la ciudad. Las habitaciones están totalmente equipadas con aire acondicionado, televisión plasma, secador de pelo… una bonita sala de lectura para organizar excursiones o simplemente para que se descansen. La otra ventaja del hotel es sólo 25 habitaciones, lo que favorece la intimidad y evita la atmósfera impersonal de las grandes cadenas de alojamiento. Un lugar muy interesante.