Guía de viaje Pragelato

Pragelato se encuentra en el extremo del valle del Chisone. Su historia se remonta a la Edad Media, al año 1064, cuando se fundó la abadía benedictina de Santa Maria di Pinerolo. Pero en 1343, la ciudad se unió a otras ciudades situadas a ambos lados de las montañas, como Oulx, Château-Dauphin y Briançon, para crear la comunidad de Escartons (el nombre deriva del francés antiguo "escartonner", que significa "repartir los impuestos a partes iguales"), una especie de democracia federal con Briançon como capital, cuya autonomía administrativa fue reconocida por el Delfín de Vienne y por la Casa de Saboya hasta 1713 Como consecuencia, la región se convirtió en tierra de exilio para muchos valdenses, que huyeron del ejército francés a finales del siglo XIV. Los pueblos pertenecientes a esta federación crearon una unidad cultural de tradiciones y vida alpina, que aún hoy se manifiesta en el uso de las lenguas francesa y occitana (provenzal alpino) que hablan las familias del valle del Chisone. La arquitectura de las casas también es testigo de este vínculo con Francia, con los relojes de sol que adornan las fachadas de las casas más soleadas y las numerosas fuentes poligonales esculpidas con motivos como la flor de lis, el delfín, el corazón o la cruz de Saboya. Los siglos XIX y XX se caracterizaron por un flujo constante de emigrantes del valle a Francia. Una de las razones de esta emigración fue el cierre de las minas de Le Bet, que se hizo tristemente célebre en 1904 cuando una avalancha mató a 81 mineros, dejando a la región de luto durante mucho tiempo.El municipio de Pragelato se compone actualmente de 19 aldeas diseminadas por una vasta y soleada cuenca. Hoy se ha convertido en una importante y renombrada estación turística, un hermoso anfiteatro alpino con excelentes instalaciones deportivas donde, en invierno, se puede practicar esquí alpino, esquí de fondo y patinaje sobre hielo. El turismo es, por tanto, el principal recurso económico del municipio. También son muy apreciados los productos agroalimentarios y vinícolas locales, especialmente los típicos de montaña, como mieles, destilados de hierbas, flores y raíces, mantequillas y quesos. La ganadería no ha desaparecido, y se pueden descubrir deliciosos quesos de leche de vaca en todas las fases de maduración, y más concretamente los tomini, estos pequeños quesos conservados en aceite de oliva y extremadamente sabrosos, típicos de las montañas del Piamonte.