Restaurante que ofrece los menús más clásicos y platos de marisco en Port-en-Bessin-Huppain.
Este restaurante no tiene nada de malo, pero¿sería realmente necesario? El Vauban sigue siendo una base entre las instalaciones de los años 1980, aquellas en las que el Parisino empieza, justo a atreverse a cruzar la periférica para ir a comer marisco… al mar. Se imagina sus conversaciones, de entonces: descubrieron que el camarón gris no es gris, que el cangrejo no tiene más que pinzas y que la langosta azul se mueve en la cocción. Lamentablemente, esta laguna sigue existiendo y aquí se aprende lo esencial. Este establecimiento ha conservado el sello que ofrece, el más simple del mundo, menús de los más clásicos sin florituras. No busques lo inútil en la base: es como en casa. Conservamos un excelente recuerdo de la espalda del bacalao, la salsa de nieve y el filete Bercy. No hay postre, ese día, sino un café en sustitución que nos ha ofrecido generosamente. La próxima vez se tira de marisco, es seguro. Si te gustan los decorados calientes, las cortinas en las ventanas, las toallas y los manteles de tela, la buena acogida y la sonrisa de una casa familiar que no mira ni su reloj ni el tiempo que hace, la mesa está hecha para ti.
- accueil à peine poli
- table réservée pour 13h30, plats servis vers 15h30, dont un plat manquant !!
- viande trop cuite
- poisson du jour sans texture ni saveur
- aucun geste, pas même un café ou un digestif offert.
Il s agissait certes d'une journée un peu spéciale (fête de la coquille) mais la prestation offerte est inacceptable selon moi.