Monumentos a visitar Rímini

Considerado símbolo de la ciudad, fue erigido en el año 27 a. C. en honor al emperador Augusto, que acababa de conectar la Vía Flaminia con la Vía Emilia. La construcción tiene la peculiaridad de ser el arco romano más antiguo conservado. Construido en piedra blanca de Istria, presenta una gran abertura enmarcada por columnas corintias. Las almenas llegaron muchos años después: se añadieron en la Edad Media. De hecho, el arco era la puerta principal de la ciudad hasta la década de 1930, cuando se derribaron las murallas.

Este puente sobre el río Marecchia, iniciado en el año 14 d.C. bajo el mandato de Augusto, fue completado en el año 21 d.C. por Tiberio, que le dio su nombre. Está construido con piedra maciza de Istria y tiene cinco arcos de medio punto cuya anchura disminuye desde el centro hasta las orillas. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue el único puente de Rímini que no fue dinamitado, salvado aparentemente por un oficial alemán que impidió su destrucción. En verano se organizan paseos en barco por el Marecchia alrededor del puente. Infórmese en la oficina de turismo.

Fue construido entre 1437 y 1446 a instancias de Sigismondo Malatesta, señor de Rímini, quien habría diseñado los planos y se habría beneficiado de los consejos del gran arquitecto florentino Brunelleschi. Esta imponente fortaleza, sede de una guarnición, albergaba también la corte de Sigismondo y simbolizaba su supremacía sobre la ciudad. El castillo ha sufrido grandes cambios a lo largo de su historia y hoy en día solo se conserva la sección central. Aunque no se puede visitar, suele acoger exposiciones y eventos diversos.