LE FREUDENECK
Hotel con terraza que ofrece habitaciones luminosas, algunas con balcón, y sabrosa comida en el restaurante
Para todos los amantes de la naturaleza, esta es la dirección correcta: ¡muchos paseos por el bosque empiezan en cuanto se pasa la puerta del hotel! En el parque hay un parque de juegos para los más pequeños y aquí se sienten realmente bienvenidos. El Freudeneck ofrece habitaciones luminosas y acogedoras con un equipamiento agradable (radio reloj, teléfono, televisión, secador de pelo...). Algunos tienen un balcón con vistas al parque. En el acogedor comedor podrá disfrutar de sabrosos platillos: sopa de calabaza con castañas rotas y salsa de sucrina, terrina de venado con compota de frutos secos, hojaldre de tomme du Ried, risotto de merluza y chorizo, quasi de ternera, solomillo de Salers, magret de pato... Los pasteles flambeados se ofrecen todos los días, excepto el domingo a la hora de comer. El brunch con muchas opciones, copiosas las reemplaza ventajosamente. Alrededor de las antiguas estufas de azulejos cuando hace frío o en la terraza delante del establecimiento para disfrutar del sol, se puede disfrutar del óptimo confort de vida que la familia Wagner mantiene desde 1991.
Personnel très gentil très souriant, aux ptits soins pour leurs clients.
Le dîner était excellent. Petit déjeuner très bien également, il y en avait pour tous les goûts, sucré et salé.
Côté chambre, rien à redire. Très propre et confortable.
Sinon, bon rapport qualité/prix.
Si on revient dans ce joli coin, on reviendra dans cet établissement sans hésitation !
Un grand merci à la dame qui s'est très bien occupé de nous☺
Repas très raffiné et musique pour danser nickel.
A recommander sans hésiter.