CATHEDRALE NOTRE-DAME

Construida en el emplazamiento de una antigua basílica renana que data de 1015 y que fue destruida por un incendio, cuyos restos pueden verse en la cripta, la construcción de Notre-Dame se extendió durante tres siglos, entre 1176 y 1439. La catedral de Estrasburgo es sin duda una de las obras maestras de la arquitectura medieval, que mezcla el estilo románico de su ábside y crucero con el estilo gótico de su nave y fachada.

Su alta aguja, que se eleva a 143 metros, fue durante mucho tiempo el monumento más alto de la cristiandad. Da toda su belleza y coherencia a esta obra maestra de arenisca rosa de la que Víctor Hugo dijo: "Vi Chartres, vi Amberes. Necesitaba Estrasburgo, un prodigio de lo gigantesco y lo delicado. »

Es imposible detallar aquí todas sus riquezas, pero mencionemos el rosetón, los tímpanos, las vidrieras de la nave, las más antiguas del siglo XIII, el pilar de los ángeles, el púlpito de estilo gótico tardío y la caja del órgano decorada con curiosas figuras.

Merece la pena ver el reloj astronómico (1547). Presenta un extraño fenómeno descubierto en 1974: en cada equinoccio y a una hora determinada, si el tiempo lo permite, un rayo de sol atraviesa una vidriera e ilumina al Cristo del púlpito de color verde.

Así como los edificios románicos seducen por la pureza de sus líneas, el gótico, caracterizado aquí como "flamígero", impresiona por su complejidad arquitectónica y la impresión de una mayor verticalidad.

Se puede acceder a la plataforma que forma la base de los seis pisos de torretas caladas, que ofrece una vista excepcional desde una altura de 66 m. Se llega a ella a través de 332 escalones.

Con más de 4 millones de visitantes al año, la catedral de Estrasburgo es la segunda más visitada de Francia después de Notre-Dame de París y sus 12 millones de visitantes, muy por delante de Reims y Chartres.

Como iglesia madre de la diócesis de Estrasburgo, que alberga la sede -la cátedra- del obispo, la catedral pertenece al Estado desde la Revolución. Sin embargo, según una tradición que se remonta al siglo XIII, la ciudad de Estrasburgo contribuye a su mantenimiento a través de la Fondation de l'Œuvre Notre-Dame (OND).

Como sede de un cabildo de canónigos y de una parroquia dirigida por un arcipreste, la catedral acoge a numerosos fieles durante los servicios dominicales y semanales. Una docena de predicadores se turnan en las misas dominicales, pero la catedral también está abierta a conciertos y otros eventos culturales, respetando su misión religiosa y su influencia espiritual.