MEDIOS ANTIGUOS

En dirección al puerto, se cruza el antiguo bulevar Houphouët-Boigny, bordeado de palmeras, puestos de frutas, verduras y especias, así como tiendas que ofrecen a los turistas productos artesanales del país. A la derecha, cerca de la estación de Casa Port, un centro de artesanía y el santuario de Sidi Belyout, patrón de la ciudad que, según se dice, vivió en la época almohade. A la izquierda, siempre frente al puerto, aparece la antigua medina, cuna de Casablanca, bastante reciente ya que data del siglo XIX, con sus casas cúbicas y blancas de estilo hispano. Se diferencia en este sentido de las medinas tradicionales de las ciudades imperiales, construidas en estilo árabe-musulmán. Para entrar en ella, se sigue el bulevar de los almohades, dominado a la izquierda por la Sqala, un bastión fortificado del siglo XVIII, con sus cañones apuntando hacia el mar y Bab el-Mersa, hasta encontrar a la izquierda una pequeña plaza dominada por la tumba de Sidi Allal al-Kaïraouani, el primer santo de la ciudad. Luego Sidi Bousmara, otro morabito. Por último, muy cerca, se encuentra la mezquita más antigua de Casablanca, Jamâa al-Atiq, construida por el sultán Sidi Mohammed ben Abdallah en el año 1200 de la hégira. Bajando de nuevo hacia el centro de la antigua medina, recorremos lo que era, a principios de siglo, el centro de la ciudad de Casablanca. La visita de la medina termina una vez que se cruza la gran puerta de Bab el-Kebir. A continuación, se encontrará en la plaza de las Naciones Unidas, diseñada por el arquitecto francés Henri Prost.