LE LUTECIA
Pues bien,¡que nos haya costado encontrar un acceso a Internet en los diferentes lugares de convivencia caennera! Es raro, en un momento en que todo sucede en la tela. Pero afortunadamente, el Lutecia nos abrió los brazos en un momento en el que empezamos a desesperar y con una sonrisa más. Una felicidad. Pero lejos de ser sólo un punto de Internet en patas, el establecimiento tiene muchas otras ventajas en su propia casa. Se trata de un auténtico bar de barrio, como se les agradece, con su ambiente bueno, sus pilliers de barra que dragan amablemente a la camarera, sus taburetes generosos en los que nos hunden gustosamente, sus juegos a raspitar, su tabaco y sus pocas mesas en la acera donde fumar su pequeño cigarrillo. Al mediodía podrás disfrutar de platos sencillos, frescos y bien elaborados. ¡Lo que se necesita para atacar la segunda parte del día!